Hora de Aventuras siempre tuvo un trasfondo adulto. A pesar de sus colores vivos, su humor absurdo y sus canciones pegadizas, cualquier mirada atenta encuentra en sus cortos episodios una serie de referencias, mensajes y metáforas que para nada están dirigidas a una audiencia infantil. La historia de Ooo habla de temas que no son aptos para todos los públicos, pero siempre adornados con un glaseado de fantasía. El spin-off titulado Adventure Time: Fionna and Cake deshace parcialmente esa cubierta de azúcar para contar una historia dirigida a adultos.
La estética es la misma, pero se indaga de forma más directa y cruda en algunas tramas que la serie original dejó sin resolver. Hay más violencia, más sangre y más crisis existenciales. También nostalgia, respuestas y desenlaces que curan heridas de tiempo atrás. Coge a tus amigos y vámonos a una tierra lejana a la que siempre merece la pena regresar.
La nueva realidad de Adventure Time: Fionna and Cake
La Fionna que conocíamos pertenecía a un fanfic del Rey Hielo y era una versión alternativa de Finn el Humano. Ella y Cake, el equivalente gatuno de Jake, vivían aventuras juntas de forma paralela a los protagonistas de la serie original. Pero no es esta la realidad que presenta Fionna and Cake. En su lugar, habitan una ciudad gris donde hay que madrugar para acudir a un trabajo precario y poder así pagar el alquiler de ese mes. Los sueños no se cumplen, no hay magia a la vista y su gata no habla ni se estira. ¿Qué ha pasado?
La serie muestra el día a día de una joven exhausta y desmotivada. En ese proceso, es posible identificar las versiones alternativas de los personajes típicos de Ooo, aunque traducidos a esa realidad mundana y pesimista. Su género está cambiado, y también su contexto, pero son fácilmente reconocibles. Como no podía ser de otra forma, Marshall Lee (Marceline) y Gary Prince (Princesa Chicle) tienen un papel especial en esta historia, aunque empiezan siendo perfectos desconocidos.

Cuando las protagonistas viajan fuera de su mundo, la serie revela un dato que altera el lore de Hora de Aventuras. Fionna y Cake nunca fueron una mera invención de Simon. En realidad, esta historia fue plantada en su cabeza por Prismo, un ser inmortal que concede deseos y ya había aparecido en numerosas ocasiones. Como crear un universo no le estaba permitido, lo escondió en la imaginación del Rey Hielo.
El problema es que, en la actualidad, el Rey Hielo no es más que un ser humano sin poderes. En consecuencia, el mundo de Fionna y Cake ha perdido la magia y se ha vuelto opaco. Prismo está en riesgo de ser cazado por sus actos, y Simon teme no poder volver a ser él mismo tras haber pasado tanto tiempo bajo la influencia de la corona. Aquí es donde la cosa se pone interesante.
Simon y la pérdida, un mundo que se derrumba
El luto es uno de los principales ejes temáticos de la serie. En ella vemos a un Finn que se enfrenta a la ausencia de su fiel amigo Jake. Dice haber pasado página, pero hay detalles en su comportamiento que parecen indicar lo contrario. En cualquier caso, el tatuaje de su eterno compañero descansa junto a su corazón, como ya se había visto en Hora de Aventuras: Tierras Lejanas. Un nuevo flashback revela que ya lo tenía cuando Jake estaba vivo.
Por su parte, Simon no ha superado la pérdida de Betty. Siente que su sacrificio no valió la pena, que la vida que ella le regaló al entregarse a Golb ha sido desperdiciada. En este spin-off, Petrikov es un amasijo de traumas y remordimiento que se culpa a sí mismo por el destino de su prometida. El tiempo transcurre a su alrededor y él se siente atrapado, un extraño en un mundo fantasioso en el que no encaja. Marceline es feliz con la princesa, y para Finn la única forma de reconfortarlo es llevarlo a una misión peligrosa para luchar contra un monstruo gigante. Esta experiencia hunde aún más la moral del anticuario, que se siente débil e indefenso sin los poderes de hielo.
En el pasado, Simon sucumbió a la maldición de la corona para proteger a Marceline. Ahora siente que debe hacer lo mismo para devolver la magia al mundo de Fionna y Cake. De hecho, las protagonistas llegan hasta él al cruzar un portal que abre en su desesperada misión de encontrar a Betty. De esta forma, el trío se embarca en una aventura a través del multiverso para encontrar una corona que traiga de vuelta al Rey Hielo.

Su carrera a contrarreloj por universos paralelos
El recorrido de las protagonistas es al mismo tiempo búsqueda y persecución. Deben huir de Scarab, el auditor multiversal que ha destapado el secreto de Prismo y está determinado a destruir todo aquello que desafíe sus reglas. El tiempo apremia y, si no utilizan bien sus cartas, Fionna, Cake y Simon se arriesgan a ser destruidos o quedarse varados en un universo inhóspito.
El juego de realidades cruzadas de Fionna and Cake
Muchas de las realidades alternativas y los personajes que encuentra el grupo en el camino ya habían aparecido en la serie original. Todos esos lugares están plagados de referencias. Son guiños e easter eggs que podrían analizarse a fondo, pero haría falta toda una tesis para hacerlo. Al fin y al cabo, varios de ellos muestran líneas temporales alternativas a la historia que conocemos, solo que con algún factor cambiado que desencadena una serie de consecuencias divergentes.
Por ejemplo, en una de esas realidades Simon muere en la posguerra y nunca llega a cuidar de la pequeña Marcie. El Rey Vampiro la adopta y se convierte en una criatura cruel y caprichosa, siendo su némesis la versión de ese universo de la Princesa Chicle. También cabe destacar el mundo en el que el Lich ha acabado con todo vestigio de vida, a excepción de BMO, que muere trágicamente al arreglar el mando que permite al grupo saltar a otro universo.
Cuando esto sucede, BMO se transforma en el despertador de Fionna. Este fenómeno se repite en varios universos que se ven alterados por la presencia de Fionna y Cake. Al fin y al cabo, podría decirse que son anomalías en el tejido del multiverso. Por desgracia, las consecuencias de esas perturbaciones conforman uno de los temas que no se terminan de abordar en la serie y nunca se llegan a explicar o resolver.

El caso más traumático ocurre en la realidad en la que el Rey del Invierno ha conseguido dominar los poderes de la corona. Los roles se han invertido y es la Princesa Chicle quien rapta a este Simon. Las protagonistas acuden en su ayuda y, en el proceso, destrozan y mutilan a todas las Chuches. Al final se revela que el Rey del Invierno había proyectado la locura de la corona en Candy Queen para mantenerse cuerdo. Cuando él y Fionna se besan, la corona pierde sus propiedades mágicas y el rey se desintegra de forma horrible ante ella. Todas las creaciones mágicas desaparecen, incluyendo el palacio y la Marceline de hielo que vivía en él. Fionna se enfrenta a la culpa de haber matado a inocentes y haber acabado con la vida del príncipe de sus sueños.
Sucederá, sucede, sucedió
Además del viaje entre universos, Fionna and Cake también retrata una travesía temporal. Los pasos del grupo están acompañados de una serie de recuerdos que Simon relata a Fionna y Cake. Estos muestran los inicios de la relación de Simon y Betty, algo en lo que no se había profundizado hasta ahora. Aunque su nombre no figure en el título de la serie, el pasado, el presente y el futuro de Simon forman la espina dorsal de la narración y marcan su rumbo de una forma muy interesante.
Los dos últimos episodios ponen en manifiesto que, en realidad, la de Fionna y Cake es una trama secundaria. El conflicto principal siempre fue el destino de Simon, su remordimiento y el hecho de que no valora su propia vida. Uno de los momentos más impactantes y emotivos surge cuando se encuentra cara a cara con Golbetty, el fantasma de su prometida atrapado en el dios del caos. El mundo de Fionna se desmorona. Simon se dispone a transformarse en el Rey Hielo para restaurarlo. Mas, en el último instante, Golb interviene.
El espíritu de Simon es transportado al Ooo de siempre, pero mil años después de la serie original. En esta realidad moran Shermy y Beth, dos personajes que tuvieron una breve aparición en Acompáñame. Petrikov toma posesión del cuerpo de Shermy y busca desesperadamente algún rastro de la corona para salvar a sus amigas.
Simon encuentra un libro que es más bien un videojuego del tipo «elige tu propia aventura». El premio es la corona, pero el precio a pagar es que, al final, el personaje que lo acompaña muere. Llegados al punto de no retorno, Beth le explica con cierta tristeza que, si no hubiese estado tan obsesionado con la corona, si hubiese escuchado las necesidades de su compañera, esta se hubiese salvado. Shermy solo es un niño, por lo que habla con alguien emocionalmente inmaduro.
Lo que Beth no sabe es que, en realidad, le está hablando a Simon sobre su relación con Betty. Si hubiese prestado atención, si no le hubiese dejado sacrificar sus sueños por estar con él… si hubiese abandonado la búsqueda del Enchiridion, si hubiese impedido que diese la vida por él… quizás Betty se hubiera salvado.
Todo sigue donde lo dejaste
Simon y Betty se despiden en un último recuerdo agridulce. Los destellos de las luciérnagas iluminan un momento nostálgico en el que Simon no detiene a la persona que quiere y le permite marcharse en un autobús al que nunca llegó a subirse. De esta forma, reconoce su sacrificio, deja que siga su camino y acepta que hay cosas que el amor no puede justificar.
Este punto de inflexión también se refleja en Fionna y su mundo. La joven humana le pide a Simon que no se ponga la corona, que no considera justo que tenga que sacrificar su vida por salvarlos. Finalmente, el anticuario se desprende del universo almacenado en su mente. Este termina por volverse canon (en referencia a que antes era una especie de fanfic) y se incorpora al multiverso.

De forma paralela a la reconciliación de Simon con su humanidad, Fionna acepta su mundo tal y como es. Ella, Cake, Marshall y Gary, con la ayuda de otros personajes, reconstruyen la ciudad gris y tratan de mejorarla con las herramientas de las que disponen, lo que incluye manifestarse por la bajada del alquiler. Se trata de una escena preciosa en la que siembran en el parque dientes de león, la planta que representa a su universo, se deja ver que Fionna empieza a apreciar la belleza de un mundo sin magia.
Lo que espera tras la calamidad
En cierto modo, la serie relata el proceso en el que Simon le encuentra sentido a su vida y la valora no por el sufrimiento de Betty, sino porque tiene valor en sí misma. Ese viaje emocional se proyecta principalmente en Fionna. También se refleja en la historia de amor de Marshall y Gary, que van adquiriendo confianza en sí mismos y construyen una relación sincera y cómplice. Se cuidan mutuamente, se preocupan por los sentimientos y las necesidades del otro. Exactamente lo que Simon no supo hacer por Betty. Dada su experiencia con su prometida y Marceline, él siempre pensó que el amor implicaba dependencia y sacrificio. Al final de la serie, Simon y Fionna aprenden que no hay nada como la aceptación y la libertad.
Esta temporada de Fionna and Cake deja algunos cabos sueltos. Por ejemplo, la Marceline del universo de Simon apenas aparece en pantalla, y se desconoce si el Finn de Farmworld está vivo o muerto. Teniendo en cuenta que esto no llega a esclarecerse, queda un poco forzado que su hijo Jay aparezca alegremente en el mundo de Fionna y decida quedarse. ¿Ha abandonado a su familia? ¿Se ha ido dejando a sus hermanos huérfanos? Sea cual sea la respuesta, este hecho desentona bastante con el capítulo final.
Además, como ya se ha mencionado, los efectos de la presencia de Fionna y Cake en otros universos, donde los objetos cambian de forma o pierden la magia bajo su influencia, quedan sin aclararse. A pesar de que el argumento principal se haya cerrado, la serie ha abierto la puerta a que se exploren más a fondo los mundos de un multiverso con infinitas posibilidades.
Fionna and Cake presenta personajes y conceptos nuevos, pero también les hace hueco a las historias que nos han acompañado durante tanto tiempo. Ha permitido que tanto Simon como la audiencia se reconcilien con el pasado, con esos sucesos que tanto dolieron al final de la décima temporada. Deja un mensaje de aceptación, de empatía, de sanar las heridas y seguir adelante a pesar de las adversidades. Perdonarse, echar raíces y esperar a la siguiente aventura.