La ciencia ficción tiene a tres clásicos cuyo estatus es difícilmente discutible: C. Clarke, Heinlein y Asimov. Este último destaca por sus relatos sobre la robótica y el cariz gigantesco, en términos de tiempo y espacio, que estos adquirían. Ambos elementos están presentes en su saga más conocida. Fundamentada en una trilogía que luego se expandiría y conectaría con otras de sus obras, el universo Fundación comenzó con una antología homónima. Una novela que da inicio a un viaje de miles de años a través de la Vía Láctea.
Historia y sinopsis de la novela Fundación
Aunque se publicó por primera vez en 1951, Fundación echó a andar mucho antes. Concretamente en 1942 y a través de la revista Astounding Science Fiction. Durante dicho año y 1944 se publicaron en ella cuatro de las cinco historias que componen la novela. La primera, sin embargo, fue escrita en específico para el libro.
Isaac Asimov es un gran aficionado a la historia, de la que ha escrito diversos libros de divulgación. El bioquímico quiso contar la caída del Imperio romano en una versión espacial que le permitiera abrazar diversas temáticas. Filosofía, religión, creencia, tecnología y, sobre todo, ciencia van apareciendo así de la mano en Fundación. Apple TV+ tiene una adaptación muy pero que muy libre del libro como una de sus grandes series originales.
Los relatos tienen el nexo común principal en la psicohistoria de Hari Seldon. Se trata de una rama de la ciencia que hace posible predecir el desarrollo histórico de un grupo suficientemente grande de seres humanos. Al aplicarla al Imperio galáctico, el matemático descubre que va a caer en 300 años y tras ello aguardarían otros 30.000 de caos. Para reducir este lapso a solo un milenio, crea un plan basado aparentemente en el desarrollo de una Enciclopedia galáctica que escribirán sus seguidores, la Primera Fundación, desde el exilio en Terminus.
Cuándo leer la novela Fundación
Fundación es una antología de ciencia ficción dura. Es decir, intenta ser coherente con las reglas científicas de nuestro universo. Además, sitúa elementos relacionados con lo científico y tecnológico en el epicentro de la narración. A partir, de ahí, especulación. La novela de Asimov y su psicohistoria cumplen los requisitos para ello. Al tratarse de relatos cortos, es una buena manera de iniciarse en este subgénero o en el propio autor.
Curiosamente, es también una novela perfecta para los aficionados a las ciencias sociales. Otros trabajos de ciencia ficción dura dejan algo de lado a las humanidades, o las supeditan a física y matemática. En Fundación lo que se produce es una unión entre ambas, que as equipara. Con ello puede Asimov, cuyos personajes no dejan de ser herramientas para proyectar sus propias ideas, habar de la conexión entre filosofía, religión, psicología o sociología con la ciencia y la tecnología. Especialmente adecuado es el libro para personas aficionadas a la historia de Roma.
Primera parte de la trilogía del Ciclo de Trantor, expandida por múltiples novelas posteriores incluida una trilogía precuela creada por diversos autores tras la muerte de Asimov, es también el punto de partida para empezar a leer esta saga. Ojo, que también acaba conectado con su serie de los robots. Si gustaron Dune, 2001 o Historia del futuro, dar un tiento a Fundación es una gran idea. Sobre todo en las vacaciones de verano o Navidad, que suelen aportar el tiempo suficiente como para relajarse y sumergirse en este tipo de franquicias literarias.