La voz de Damiano David, la batería de Ethan Torchio, el bajo de Victoria de Angelis y la guitarra de Thomás Raggi: ellos son los componentes, los dos últimos primeros fundadores, de Måneskin, la banda italiana que lleva dos años dando la vuelta al mundo. La ascendencia danesa de Victoria de Angelis fue la responsable del nombre del grupo: Måneskin, en danés, viene a ser algo así como “claro de luna”. Poco o nada tiene que ver con los géneros musicales que encontramos en las canciones de Måneskin, pero dice algo de la elegancia y los cuidados detalles que componen su estilo cuando se presentan ante las cámaras o sobre un escenario. Cercanos al rock de los setenta, pero extremadamente jóvenes, beben de la estética de hace cincuenta años para darle una vida actual sin olvidarse, obviamente, de la moda italiana, cause they’re Italianos. Italianos conquistando el mundo con su música.
Primeros años: de las calles de Roma a la televisión italiana
Chosen, la canción elegida
Hi, everybody, this is Måneskin, comienza Chosen, el que fuera su primer sencillo. Unos meses antes de grabarse, la banda italiana tocaba por las calles de Roma, ciudad a la que pertenecen, y subían versiones a su canal de YouTube. Esos vídeos todavía pueden verse. Un buen día, los Måneskin decidieron presentarse a Factor X; en Italia, como en todos los países, este concurso musical de televisión podía conceder un salto extra a sus participantes. La banda quedó finalista en un país poco dado al rock, demostrando que algo tenían estos chicos que no pasaban de los 18 años. Fue entonces cuando grabaron su primer EP, Chosen, formado por la canción homónima, que sirve como carta de presentación de su estilo a la hora de componer, Recovery, también compuesta por los cuatro miembros de la banda, y cinco versiones que se popularizaron durante su paso por Factor X. Chosen fue un éxito comercial en Italia.
Morirò da Re, su primera canción en italiano
Pero el verdadero éxito llegó con Il ballo della vita, su primer álbum largo, lanzado en 2018. Al lanzamiento de este disco, en octubre de ese año, le precedió el sencillo Morirò da Re, la primera canción que componían en su idioma natal. Esta canción pegadiza, fresquita, se mueve entre el pop y el rock para lucir la desgarrada voz de Damiano David. El grupo componía sus propias canciones y estas sonaban mejor en directo, una de las principales virtudes de Måneskin. Morirò da Re alcanzó la segunda posición en la lista de éxitos de Italia.
Torna a casa, el primer número 1
Tuvo que llegar Torna a casa, una balada rock, para que los italianos consiguieron su primer número 1. En este tema, como en el anterior, se menciona a esa Marlena que estaría presente en muchas de las canciones de Måneskin. Marlena, para los italianos, es la diosa relacionada con la creatividad, con el empoderamiento, con ese ser libres y fieles a sí mismos que quieren transmitir en su música. Il ballo della vita, que Damiano David luce tatuado en su pecho, invita a sentirse de este modo. Con el lanzamiento de este álbum, Måneskin alcanzó la primera posición de los más vendidos en Italia, se convirtió en el quinto disco más vendido del año y les permitió llevar a cabo una primera gira por Europa con más de 60 conciertos. Con el fin de la gira cerraron su primera etapa como banda: en 2020 se mudaron a Londres para perseguir nuevos estilos y refinar el que ya llevaban consigo.
Buonasera signore e signori: el éxito en y tras Eurovisión
Zitti e buoni, la ganadora ira catártica de Måneskin
Ese salto en su estilo se percibe en Teatro d’ira – Vol. I, su segundo álbum de estudio. Su sonido es más grave, más hard rock, mucho menos pop. Este teatro de la ira inició su recorrido con un primer sencillo, Vent’Anni, una balada rock que conectaba con su etapa anterior y que hoy cierra el álbum, como es habitual cuando se trata de Måneskin. Por entonces rozaban ya el éxito internacional.
En marzo de 2021 se proclamaron ganadores del Festival de San Remo, el festival más importante de la música italiana. Su victoria sorprendió a muchos porque, ya se ha mencionado, el rock no es un estilo que tienda a prosperar en Italia. Tiene su público, pero no tiene, o no solía tener, a miles de personas votando en su nombre. Pero el Zitti e buoni de Måneskin se impuso y servía para llenar de significado el nombre del álbum que estaban presentando: esa ira que la banda tenía se convirtió, en esta canción, en algo catártico. Su mensaje era para los jóvenes, para los suyos: sed vosotros mismos, no calléis, no permitáis que otras generaciones os juzguen por no entender.
Cuando Damiano David se lanzó al suelo tras terminar su presentación en el Festival de la Canción de Eurovisión, su grito terminó de convencernos a todos: eran los ganadores. Los Måneskin transmitían enfado, personalidad, la fuerza de la juventud, que era además una juventud guapísima, perteneciente al colectivo LGTB y sin miedo a alzar la voz. Buena voz, buen sonido, buenas canciones. En Eurovisión ganaron mucho más que el festival.
I wanna be your slave, la otra ganadora de Eurovisión
Una de las canciones de Måneskin más importantes, por lo que significó después de ese golpe sobre la mesa, por la impresionante viralidad que vivió durante semanas y por la pulcritud de su estilo, es I wanna be your slave. No se entiende Måneskin sin esta canción, que también forma parte de Teatro d’ira, un álbum en el que combinaron el italiano y el inglés sin miedo ni prejuicios. I wanna be your slave es lo que son ellos: provocadora pero elegante, pegadiza, joven, sin normas ni guiones que seguir. El vídeo que precede estas líneas dio la vuelta al mundo en las semanas posteriores a Eurovisión y millones de personas se quedaron pilladísimas de esos cuatro chavales (Damiano David, que es el mayor de la banda, tenía 22 años) que eran exactamente lo que la juventud necesitaba.
Coraline, la sensibilidad de Måneskin
Gusta pensar que Måneskin tampoco se entiende sin canciones como esta Coraline, que huye de la sexualidad y la ira de otras canciones de la banda para narrar una historia de miedos, heridas, recuerdos y también belleza. Compuesta, de nuevo, por los cuatro miembros del grupo, con un especial peso de Damiano, Coraline tiene versos para enmarcar, como este “Coraline vuole il mare ma ha paura dell’acqua e forse il mare è dentro di lei / Coraline quiere el mar, pero tiene miedo al agua, y quizá tenga el mar dentro de ella”. Una preciosa balada rock, una de las canciones de Måneskin más significativas, hoy con millones de escuchas en todas las plataformas.
Consolidación mundial: Måneskin da la vuelta al mundo
Mammamia, el foco mundial sobre los italianos
En octubre de 2021, habiendo pasado un poco la vorágine de Eurovisión y con la banda consolidada tanto en Italia como en Europa, dieron el salto definitivo a Estados Unidos. Recorrieron parte de los late night más importantes del país, se presentaron en premios y, con este Mammamia, su primer sencillo tras Teatro d’ira, parecían hablar directamente al público internacional que les seguía con euforia: si te estás preguntando por qué son tan hot, cantan en este tema, la respuesta es evidente: cause I’m Italiano. Ese carácter sexy y provocador de Måneskin, que fue lo más comentado durante los meses posteriores al festival, se explotó en canciones como esta.
BLA BLA BLA o la fórmula Måneskin
A finales de 2021 anunciaron estar trabajando en un nuevo álbum, que tomaría el nombre y la forma de RUSH! Su nuevo trabajo vería la luz en enero de 2023; hace apenas unas semanas, el 10 de noviembre, lanzaban una nueva edición, RUSH! (ARE U COMING?), con cuatro canciones adicionales. Nos gritan con los títulos de sus canciones, nos hablan de lo que nos han hablado todos estos años (juventud, amor, sexo, desamor, tristeza, libertad) y popularizan detalles como ese rodar de ojos de Damiano David que tiene especial importancia en los directos en este BLA BLA BLA, la última de las canciones de Måneskin elegidas para conocer a la banda. Una en la que demuestran particularmente que tienen la fórmula muy bien pillada. Y que dure.