Toro Salvaje no es más que el retrato de una vida. Para muchos, una vida extraordinaria. Y para otros un auténtico desastre del que sólo hay que sacar lecciones. De hecho, podría haberse titulado Todo lo que no debes hacer si quieres ser un buen tipo. O Cómo destrozar tu carrera y tu vida en diez sencillos pasos. Un resumen perfecto de una de las mejores películas de Martin Scorsese, que regresa ahora a las salas, para que nostálgicos y jóvenes puedan disfrutar de su crudeza en pantalla grande.
Historia y sinopsis de Toro Salvaje
Jake LaMotta es un joven boxeador que se encuentra en el momento más prometedor de su carrera. Tiene talento, tiene ganas y tiene esa rabia que lleva a los boxeadores a exprimirse hasta lograr su mejor versión sobre el ring. Y también tiene a Joey, su hermano, manager, mano derecha, sparring y, básicamente, su sombra. Juntos entrenan incansablemente, para llegar al sueño de ser campeón, ese que persiguen todos los deportistas.
Pero además de todo esto, Jake LaMotta tiene un fuego interior que rápidamente se confirma como su mayor y peor enemigo. Además de ser enormemente violento, algo que quizá es fácilmente achacable a su profesión, la paranoia es su otra fiel compañera. Desconfía de todo y de todos y su respuesta a esa desconfianza es, de nuevo, la violencia. La agresión verbal y física constante, que termina ejerciendo contra sí mismo.
Toro Salvaje es, como decíamos, el retrato de una vida. De la vida real de un histórico boxeador que no supo vencerse a sí mismo y que se precipitó al pozo del fracaso empujado por su propio monstruo interno.
La decadencia del ser humano
Se pueden decir muchas cosas, casi todas ellas positivas, de esta película de Martin Scorsese. Técnicamente es una delicia, y narrativamente también. La interpretación de Robert De Niro es de lo mejor de su carrera, ejemplo de la inmersión total de un actor en su personaje. Hasta el punto de llegar a ser físicamente irreconocible. Pero si hay algo que marca, que incomoda y que molesta en este Toro Salvaje es esa representación de la caída del ser humano hasta lo más oscuro, lo más sucio.
Martin Scorsese sabe de lo que habla y sabe cómo contarlo, porque, con su propia historia, lo ha vivido en primera persona. Conoce el camino hacia la perdición que tan fácil es tomar y, por ello, decide centrar la cinta en ello y no convertirla en un film centrado en el boxeo. Por supuesto, el deporte es uno de los grandes protagonistas del mismo (de hecho, sus escenas en el ring están consideradas como las mejores de la historia por muchos aficionados y expertos), pero en su relación con el ser humano. Con ese Jake LaMotta al que vamos descubriendo poco a poco, a la vez que nos horrorizamos.

La película, como el propio Jake, es decadente y deprimente, es violenta e incómoda y termina siendo una verdadera lección de cine. Una experiencia en la que se pueden descartar la euforia y la risa, para dar pie a un desprecio y a un rechazo que acompañan prácticamente desde el inicio y terminan tornándose en lástima y compasión.
Cuándo hay que ver Toro Salvaje
Cualquier momento en el que se tengan ganas de buen cine es buen momento. Pero ahora, con el restreno de la cinta en cines de toda España, se presenta una oportunidad inmejorable de disfrutarla en el lugar para el que fue concebida. Aquellos que tuvieron la suerte de hacerlo cuando se estrenó, a principios de los años 80 del pasado siglo, podrán revivir lo que sintieron al verla por primera vez. Y quienes, por edad o por cualquier circunstancia, no pudieron hacerlo, podrán vivir una experiencia inmersiva muy diferente a la que se produce cuando vemos una película en nuestra casa, en la que se aprecia el verdadero poder del cine.