Dentro del género estrella que es la comedia romántica pueden distinguirse, como ya se adelantó en el análisis de sus pilares y elementos básicos, varios subgéneros. Uno tiene que ver con las comedias románticas de Navidad, que alcanzan su pico de popularidad en las fechas señaladas. Año tras año. Sin excepción.
Comparten con el género global al que pertenecen muchas características, pero el añadido navideño, así como la enorme producción en torno a ellas, las ha convertido en algo lo suficientemente diferencial como para que tengan una entidad propia. Vamos a desentrañar sus elementos particulares.
Navidad, personaje secundario
El espíritu navideño es el personaje secundario de estas comedias románticas, bien para abrazarlo, bien para rechazarlo. Las diferentes perspectivas que el ser humano tiene ante la Navidad han quedado reflejadas en las diferentes películas ambientadas en esta. Así, en A 1000 kilómetros de la Navidad (2021), el enorme rechazo que el protagonista siente por esta festividad condiciona prácticamente todas sus acciones, haciendo así avanzar la trama. Holidate (2020) comienza con el malestar que sienten sus protagonistas por estar solteros en fechas especiales.
Los personajes de estas comedias románticas navideñas tienen una opinión sobre la Navidad, opinión que, en mayor o menor medida, repercute en la trama. Está el entusiasta, que lamenta estar sufriendo por amor en una fecha tan bonita. El esperanzado, que considera que en esas preciosas fechas puede llegar su momento. También el que reniega de todo lo que sucede entre el 25 de diciembre y el 6 de enero. Entre uno y otro cliché, diferentes matices. Muchas miradas diferentes, en muchos escenarios diferentes. Porque la Navidad es un acontecimiento social que, al margen de las creencias religiosas, repercute en la vida de las personas.
La comedia romántica, un género bienintencionado (sobre todo en Navidad)
La comedia romántica es un género amable donde las creencias y emociones negativas terminan por encontrar su camino hacia una mirada más positiva. En las películas navideñas esto adquiere una importancia doble, porque la Navidad tiene su propio significado. La cultura y la sociedad impusieron hace tiempo la palabra “especial” a estas fechas del año, por eso pueden ser complicadas para todos aquellos que no se sienten cercanos a un sentimiento en teoría universal. Las comedias románticas de Navidad exploran esas razones y también las posibles soluciones, que en la mayoría de las ocasiones pasan por revisar y reparar heridas del pasado. Así sucede en Last Christmas (2019), que tiene una buena dosis de drama, especialmente en su conclusión.
En Love Actually (2004), la madre de todas las comedias románticas de Navidad, lo que sobre todo funciona es esa amabilidad que acompaña al género. Quizá por eso es la reina, porque supo abrazar y explotar por completo su papel. Pocas miradas y mensajes tan positivos como ese «el amor está en todas partes».
Una estética muy concreta

No solo se trata de que sea Navidad y haya que reflexionar en torno a todo lo que esta puede suponer: se trata de que es Navidad y eso tiene que notarse. Películas como la preciosa The Holiday (2006) no ofrecen directamente lo anterior, pero su estética es muy clara a este respecto (al menos lo acontecido en el continente europeo). Una casa de cuento, chimenea encendida, jerseys de cuello alto, nieve y un tono nostálgico hasta en el caminar de sus personajes. La estética navideña tiene que sentirse, o de lo contrario la magia de esa película se tambaleará.