Cuando se ha visto muchas veces una historia, es posible que cueste entrar en ella. Le pasó a Marvel a partir de Infinity War y Endgame y le lleva pasando un tiempo a Star Wars. La parte 3 y la parte 4 de Ahsoka adolecen de ello. El tercero, titulado Tiempo de volar y dirigido por Steph Green, es un capítulo de desarrollo de personaje sin mucha historia. Llamado Jedis caídos y con dirección de Peter Ramsey, el cuarto episodio es entretenido y posee buenas dosis de acción, pero siendo fan del universo es difícil no ver venir de lejos la narrativa desplegada.

Una tercera entrega flojita
Las buenas sensaciones de los dos primeros episodios podían asociarse en buena medida a que hicieron lo que se esperaba de ellos. Esto es, presentar a personajes y al arco principal. La dificultad, como en The Mandalorian o El libro de Bobba Fett, era que buena parte de la audiencia, fan de Star Wars, ya conocía a Ahsoka (Rosario Dawson) y compañía. El público más casual, sin embargo, se enfrentaba a a herencia de las varias temporadas de Rebels.
Tras salir airoso de esta trampa, Dave Filoni encaró una parte 3 que resulta bastante decepcionante. Ocurrir, ocurre poco y lo que pasa es previsible. Problemas entre Ahsoka y Sabine (Natasha Liu Bordizzo), una escena de heroína dándose contra el muro de sus superiores… Nada nuevo, lo que no tiene que ser un pecado, pero contado sin gracia, que sí lo es.
Lo que machaca al tercer capítulo de Ahsoka es que la audiencia sabe que maestra y discípula acabarán congeniando. Que Hera (Mary Elizabeth Winstead) va a pasar de Mon Mothma (Genevieve O’Reilly) y sus coleguitas gerifaltes e irá a ayudar a sus amigas. Hay interesantes muestras de lore y el plan de Elsbeth (Diana Lee Inosanto) se desvela. Sin embargo, el final, con la nave de la protagonista cayendo en un planeta boscoso, es algo que Filoni y Star Wars han usado demasiadas veces.

Un cuarto capítulo con acción pero sin intriga
La acción guía en buena medida la parte 4 de Ahsoka. Cuando una nave se estrella, dañada, siempre hay un miembro de la tripulación que se dedica a arreglar el transporte mientras el resto intentan contactar con refuerzos y, finalmente, salen a explorar ya sea para atacar o contraatacar. Este último es el caso que toca. Elsbeth está usando el mapa misterioso para hallar cómo saltar a otra galaxia y el asunto se plantea, no demasiado claramente, como una contrarreloj.
Huyang (David Tennant) protagoniza la que seguramente es la mejor pelea del día. Un combate robótico que sirve para variar. En todo caso, aunque con muchas reminiscencias de la pelea nevada de El despertar de la fuerza, la pugna que enfrenta a Sabine y Ahsoka contra Shin (Ivanna Sakhno) y Marrok (Paul Darnell) está a la altura de lo esperado. La mandaloriana se desquita de su fracaso anterior, mostrando que está recuperando su capacidad bélica. Tano, por su parte, acaba con el inquisidor fácilmente, lo que sirve para ver que este es en realidad un cascarón poseído.
Sin embargo, la gran pelea es entre Ahsoka y Baylan (Ray Stevenson). El ritmo es adecuado, con una preparación que da paso a una danza de sables. Cuadra con la edad de los participantes el que no sea un duelo de saltimbanquis. Asimismo, la maestría de ambos sobre sus pupilos queda probada en todos los sentidos. Todo acaba con un giro típico de mitad de temporada. La protagonista está moribunda, como revela un final en el que habla con el fantasma de Anakin. Wren, por su parte, es incapaz de destruir el mapa. Se ve, en parte al menos, seducida por la visión pragmática del exjedi mercenario. Debido a ello acaba como rehén en la nave anular.

Hera, la rebelde
Elsbeth está resultando una villana, de momento, eficiente. No se anda con tonterías y comete los errores justos. Es una suerte de presentación de Thrawn, cuya doctrina es similar solo que superior. Mientras que Baylan se muestra gris en su comportamiento, ella luce un aura de fanatismo que le sienta bien a la serie.
Cuando finalmente logra saltar hacia lo desconocido, hacia lo que realmente quiere ver la audiencia, Hera está en medio. Acompañan a la general Carson Teva (Paul Sun-Hyung Lee) y su escuadrón de Ala-X, así como Chopper y su hijo Jacen (Evan Whitten). Todos ellos están desobedeciendo las órdenes de la Nueva Republica, pero no logran demasiado. Solo, como se ha dicho, verse arrastrados por la ola de energía del Ojo de Sión.

Con las presentaciones terminadas, Ahsoka tiene la oportunidad de sorprender. Filoni ha desatado el lore de Star Wars, saltando entre galaxias y confirmando elementos en el canon. Sin embargo, esto es una serie y lo primero que ha de hacer es entretener, no solo dar detalles del universo donde se desarrolla. En ello la parte 4 saca mucha ventaja a la 3. Asimismo, hay momentos brillantes en lo estético. Ahora aguarda lo desconocido. Ahí es donde se ha mostrado siempre solvente Dave.