Crítica de ‘Carcoma’, denuncia y venganza personal de Layla Martínez

La autora Layla Martínez escribió una novela que arañaa el corazón de los lectores y los hace sangrar por dentro.
Fragmento de la portada de la novela Carcoma

La novela Carcoma revolucionó el panorama literario desde que salió al mercado. Editada por el sello independiente Amor de Madre, agotó dieciséis ediciones en sus primeros dos meses en librerías. Porque esta historia de Layla Martínez da mucho que hablar y pensar. Está catalogada dentro del género del terror, pero lo que en realidad da miedo son los hechos que denuncia. De eso va este libro: de criticar y vengar muchos tipos de violencia que existen desde tiempos inmemorables. Todo esto y mucho más se desgrana en esta crítica de Carcoma.

De qué trata Carcoma

«La casa en realidad estaba llena de sombras. Estaban en cada ladrillo, debajo de cada baldosa, tras la cal de las paredes, mezcladas con la argamasa. Aparecían cada vez que mi madre abría la alacena de la cocina, cada vez que descorría las cortinas de la habitación. Surgían de la oscuridad del aljibe, reptaban por debajo de la mesa, se arrastraban por los pasillos.»

Portada de la novela 'Carcoma'

Carcoma cuenta la historia de una casa construida hace varias generaciones en un pueblo rural de Cuenca. También la de sus dos habitantes, abuela y nieta, y la de otras mujeres de su familia. Los vecinos no quieren saber nada de ellas durante el día, pero acuden a su casa a escondidas en busca de ayuda. 

La abuela habla continuamente con las sombras que habitan la casa. Viven detrás de las paredes, dentro de los armarios e incluso en las ollas y las sartenes. También habla con las santas que se le aparecen en cualquier rincón, como por ejemplo el techo de la cocina.

La nieta regresa a la casa después de un incidente con una de las familias más adineradas del pueblo. Un suceso del que se van dando datos poco a poco a lo largo de toda la novela. Del que el lector va sabiendo más mientras lee una historia llena también de brujería y maldiciones.

Así es Carcoma

«En esta casa los muertos viven demasiado tiempo y los vivos demasiado poco. Las que estamos entre medias, como nosotras, no hacemos ni una cosa ni la otra. La casa no nos deja morir pero tampoco vivir fuera de ella.»

Esta novela de Layla Martínez está catalogada dentro del género del terror, aunque también tiene realismo mágico. Habla de sombras y de una casa encantada. Hay atados, ojerizas, muertos y brujería. Debería dar miedo y lo da, aunque no porque en la casa habiten fantasmas. Lo hace porque esos fantasmas son temores y rabia. Son injusticias vividas por las mujeres de esa familia. Son traumas heredados y tatuados en el alma de los miembros de muchas familias a lo largo de la historia.

Carcoma es una novela corta, de apenas 138 páginas, que se lee en un suspiro. Pero en un suspiro que como bien indica el título te carcome por dentro. Es dura, cruel, inquietante, cruda, repleta de tensión. Se cuela bajo la piel del lector y deja muy mal cuerpo. Porque habla de la guerra de clases y de la falta de oportunidades que tienen quienes viven en la España profunda. También de la opresión ejercida sobre las mujeres, de violencia patriarcal y de abuso de poder. 

Esta historia de Layla Martínez denuncia de manera magistral todas estas cosas. Además, se permite una licencia literaria. Lejos de lo que se pueda pensar, no es la de meter sombras y fantasmas en la historia. De hecho, la autora cuenta en una entrevista para Vogue que esas creencias están muy arraigadas en las personas mayores de los pueblos rurales de Cuenca. Esa cesión de la que hablamos consiste en darles la oportunidad de vengarse por tanto sufrimiento a todas las víctimas de cualquier tipo de violencia. La de proporcionarles la opción de tomarse la justicia por su mano.

El detalle que marca la diferencia

«La vieja tiene razón cuando dice que en esta casa se nos come la rabia, pero no es porque nazcamos con algo torcido dentro. Se no va torciendo luego, poco a poco, de apretar los dientes.»

Si bien existen muchas novelas que denuncian la violencia y los abusos, Carcoma es especial. Porque lo hace desde el odio, la rabia, el rencor, el desprecio y el resentimiento. Abuela y nieta tienen mucho de todo eso dentro y lo transmiten en cada una de las páginas de esta novela narrada a dos voces. Sacan incluso maldad, veneno. El que les han metido dentro sin que ellas hayan podido evitarlo.

Son dos mujeres sin estudios de una familia maldita que vive en la España vaciada. Hablan sin pronunciar todas las letras de las palabras y así lo hace saber la autora. Porque escribe las frases tal cual las pronuncian ellas. Incluso sin comas, lo que hace que el ritmo sea acelerado y surta el efecto deseado. El de hacer de este relato uno potente e intenso. Una novela que ahoga, que asfixia y pese a eso atrapa.

Carcoma no es una historia inventada y así lo cuenta Layla Martínez al final de sus páginas. La casa, construida gracias al maltrato a las mujeres, es la de su abuela. La sed de venganza es la de su madre. La rabia, la ira y el rencor son los de su familia y los de muchas otras. 

Layla Martínez escribió esta novela desde lo más profundo de sus entrañas. Con fuerza, con poder, con garra. Para arañar el corazón de los lectores y hacerlos sangrar por dentro. Para dejarlos marcados con una historia de esas que no se olvidan.

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Nahia Pérez de San Román
07/06/2023
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