Loki, la serie de Disney+, ha llegado a su final tras dos temporadas de emisión. Es una de las series más redondas y completas de Marvel, en parte porque estaba pensada para estas dos entregas y han cumplido con los propósitos iniciales, avanzando por ello de manera sólida desde el principio establecido hasta el final. Este final de Loki completa el círculo que necesitaba un personaje que hemos tenido siempre con nosotros y que ahora, sin embargo, es alguien nuevo. Vamos a analizar, a grandes rasgos, lo que ha sido la ficción.

Crítica de Loki: entretenida, sólida y con un gran reparto

Loki ha sido desde el principio una serie tremendamente entretenida, por momentos muy divertida, que ha sabido conquistar al público en buena medida gracias al encanto de su reparto. Empezando por Tom Hiddleston, que ha conservado algunos de los tics del personaje sabiendo, además, llevarle por el sendero necesario para crear ese nuevo Loki que ahora tenemos con nosotros. No es que Loki haya descubierto su sensibilidad en la serie de Disney+, en muchas ocasiones antes le hemos visto en situaciones emocionales que si no se han desarrollado más ha sido por el carácter del género, simplemente en esta ficción ha tenido ese espacio para reflexionar, llorar y guardar silencio.
Uno de los porqués de Loki era precisamente este: construir un perfil de personaje mucho más completo y complejo, dar respuesta a algunas de las preguntas que los seguidores más implicados nos hemos hecho a lo largo de estos años y, por último, otorgarle esa nueva vida. Algunas conversaciones entre Loki y Mobius, personaje que podría haber estado al servicio del protagonista de no haber sido por Owen Wilson, nos han ofrecido estas reflexiones, así como los sentimientos que afloraron en Loki por Sylvie, su Variante. En este sentido, sobre todo la primera temporada de Loki, es un acierto tras otro. La segunda temporada, por su parte, tiene otro gran acierto: los capítulos funcionaban incluso cuando Loki no estaba en primer plano. Loki funcionaba al margen de su gran reclamo.

Así que puede decirse que ha sido una serie sólida, claramente dividida en dos partes. La primera temporada servía de análisis del personaje y de reconocimiento de la AVT, con todas sus virtudes (proteger el mundo) y sus defectos (eliminar seres vivos por, a grandes rasgos, saltarse lo previsto). La segunda temporada ha servido para constatar el cambio en Loki, que ya no necesitaba analizarse a sí mismo porque estaba implicado con los acontecimientos, y la remodelación de una AVT que no podía seguir funcionando como había hecho hasta ese momento.
Quizá los últimos capítulos hayan sido algo repetitivos (revisión de escenas, bucles de acción), pero narrativamente hablando han sido fantásticos. La trama de esta segunda temporada comenzó en un punto concreto, recorrió un sendero sólido y concluyó en otro punto certero que sirve, además, como cierre perfecto para el viaje de Loki. Viéndolo como un todo, que es exactamente como nos han pedido que lo veamos, Loki de Disney+ es una ficción muy completa que tenía claro su principio y su final, que ya es mucho más de lo que puede decirse de otras, y donde el camino siempre ha sido emocionante, aunque no siempre haya sido brillante.
El glorioso propósito de Loki, la serie de Disney+

Ahora parece evidente que el propósito inicial de Disney+ era darle un mejor final a un personaje cuya primera despedida, en Avengers: Infinity War (2018) fue agridulce. Por un lado, se sacrificó por el bien común: en lugar de embaucar al villano para unirse a sus filas, salvar la vida y tal vez conseguir de rebote algo de poder, Loki murió tras tratar de asesinar a Thanos. Estuvo bien pero, en primer lugar, Loki jamás habría sido tan impulsivamente estúpido y, en segundo lugar, duró un suspiro. Fue una nota a pie de página para un personaje que durante mucho tiempo había sido una de las grandes estrellas del UCM. Esta despedida en la pequeña pantalla, tras un largo desarrollo y por todo lo alto, es más acorde con su nivel de popularidad y también mucho más acorde a la complejidad del personaje.
Loki, como el personaje, tenía un glorioso propósito y era darle un trono agradable al recién coronado Rey de las Historias, pues así es como concluye esta ficción. Loki es ahora dueño de un enorme poder, un poder real, de ahí la expresión de serenidad en su rostro cuando, en los últimos segundos, lo vemos sentado en el trono. Pero esa serenidad va más allá de ese poder. Ese trono se lo ha ganado, no lo ha impuesto, que es una de las diferencias que existen entre este Loki y el anterior: ha peleado por ese final porque consideraba que era lo correcto, lo mejor, no porque quisiera un trono sin más, uno de los reproches que le lanzó Mobius en sus primeros contactos. ¿Por qué quieres gobernar y nada más, con todo lo que podrías hacer? Ahora Loki no quiere gobernar, no quiere un trono, pero es el único que puede estar ahí, por eso ese trono es suyo.
Así se cierra el círculo narrativo de este personaje: sus demonios, sus propósitos y sus deseos quedan por fin resueltos, de tal modo que Loki no ha necesitado sacrificar su moral para que sea así. Y esto, aunque Loki haya terminado, abre la puerta hacia el futuro. Claro que abre la puerta hacia el futuro.
El futuro de Loki en el UCM
Loki no va a tener una tercera temporada porque esto es lo que querían contar y no tiene sentido alargar esta historia concreta que tiene, además, un final considerado redondo por la mayoría. Estuvo planeada desde el principio como dos entregas y así va a quedarse, pero el UCM, como todos sabemos, es mucho más que una serie de televisión. Y no hay necesidad de alargar esta historia, solo de colocar a este personaje en otras.
Se avecina una guerra en ese Universo. De hecho, parece que se avecinan dos, porque los malos resultados, tanto en taquilla como de popularidad, de las últimas entregas de Marvel en la gran pantalla podrían estar haciendo que desde la Casa de las Ideas se replanteen sus planes de futuro. Se habla incluso, en noviembre de 2023, de una vuelta de los Vengadores originales, viendo que los elegidos para ocupar sus puestos no están funcionando como deberían.
En uno y otro caso, Loki puede perfectamente entrar en estos planes. Si Marvel decide continuar con el camino hasta Vengadores: The Kang Dynasty, Loki podría ser una pieza fundamental, pues tiene en su poder conocimiento y experiencia cuando se trata de Kang. Si se decide continuar por otro sendero, en vistas de que tampoco Jonathan Majors tiene su futuro asegurado en el UCM, Loki podría, de hecho, convertirse en una pieza aún más fundamental. Quién mejor que un personaje ya conocido y adorado para liderar un futuro que se presenta incierto.