El guardián invisible, el libro que da comienzo a la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo, es uno de esos libros que en su día corrió como la pólvora entre los lectores ávidos del mejor thriller clásico. Porque esto es lo que es: El guardián invisible es un thriller. Una novela de misterio bien escrita protagonizada por un personaje bien escrito. Y también es algo más, porque en ese valle del Baztán las costumbres antiguas todavía se conservan y esa mitología a la que solo se recurre para contar cuentos puede ser, en las noches de lluvia y niebla, más real de lo que se creía. Por todo esto es nuestra recomendación de hoy.
Historia y sinopsis de El guardián invisible

En los márgenes del río Baztán, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente. Las circunstancias en las que aparece lo relacionan con otro asesinato ocurrido en los alrededores un mes atrás. La inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral, Amaia Salazar, es la elegida para dirigir esta investigación. Eso le hace regresar a su pueblo natal, Elizondo, un pequeño rincón del valle del que ha tratado de escapar toda su vida. A medida que la investigación se tensa, Amaia tendrá que hacer frente a sus propios fantasmas, relacionados con su familia y con ese valle que, parece, uno nunca termina de conocer.
Dolores Redondo construye, en El guardián invisible, un libro repleto de diferentes subtramas, personajes y emociones. Lo que en otras obras podría resultar un error (querer contar demasiado, querer abarcar demasiado) puede llegar a ser el gran acierto de esta, porque todos esos elementos que lo sostienen están bien presentados, desarrollados y conectados. Nunca se pisan los unos a los otros, ni tampoco abruman, al contrario. Forman parte de un todo que se completa con las continuaciones a esta historia, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta. Tiene también un tercer libro relacionado, La cara norte del corazón, que nos acerca a una joven Amaia. Todo es una gran obra, la gran obra del valle.
Todo funciona en El guardián invisible. El thriller funciona: quieres saber más, quieres seguir leyendo, elaboras tus propias teorías y regresas a capítulos anteriores para rescatar detalles. También funciona el drama personal: Amaia es una buena protagonista a la que sientes cercana a pesar de las posibles distancias emocionales, una protagonista con la que conectas. Y también funciona esa parte mitológica introducida por la autora, porque nunca pretende ser más que parte de la idiosincrasia de ese valle donde, como hemos dicho, todo parece posible en días de lluvia y niebla.
Cuándo recomendamos leerlo
Cuando quieras una historia repleta de elementos
Porque El guardián invisible, extendiendo esto también a sus continuaciones, tiene en la investigación policial el pivote en torno al que moverse, pero está repleto de un sinfín de elementos que completan esa piedra angular. Todos interesan, en buena medida porque Dolores Redondo escribe estupendamente, destacando en todas las áreas que quiere tocar en este libro.
Cuando quieras un buen libro para una tarde de lluvia
Por el clima, el tono y la estética de El guardián invisible, es el libro perfecto al que engancharse en una tarde de lluvia, cuando el único plan es leer y leer. La pluma de la autora permite que el lector se vea completamente envuelto por los paisajes y las emociones descritas, llegando a sentirse por momentos en ese valle del Baztán que la lluvia en las ventanas ayudará a recrear. Es literalmente el libro perfecto para un momento así.
Cuando quieras un libro para acercarte a Navarra
Eso de que el escenario es un protagonista más en la historia está ya demasiado manido. Los protagonistas son protagonistas, y los escenarios son escenarios, pero si estos están bien construidos, como es el caso de El guardián invisible, entonces la experiencia lectora se multiplica. Pocas cosas gustan más que sentirse en el lugar en el que transcurre la acción, sobre todo si es un lugar encantado y encantador como este precioso valle del Baztán que encontraremos en la bella Navarra.