Hay quien piensa que el cine corrompió este cuento llamado El Hobbit y en cierto modo no falta razón. Porque nació como un cuento y terminó siendo, en la gran pantalla, una batalla nada amable entre cinco ejércitos. Claro que desde aquí pensamos en positivo: existen así dos productos culturales que, pese a tener sus diferencias, pueden disfrutarse igualmente dependiendo de lo que se busque. Estas líneas están dedicadas a la obra literaria, que es el cuento perfecto para leer a los más pequeños.
Así es El Hobbit, el inicio de la saga más grande de fantasía
Sinopsis de El Hobbit

Smaug parecía profundamente dormido cuando Bilbo espió una vez más desde la entrada. ¡Pero fingía estar dormido! ¡Estaba vigilando la entrada del túnel!
Sacado de su cómodo agujero-hobbit por Gandalf y una banda de enanos, Bilbo se encuentra de pronto en medio de una conspiración que pretende apoderarse del tesoro de Smaug el Magnífico, un enorme y muy peligroso dragón.
El cuento que Tolkien escribió para sus hijos
Durante los años veinte y treinta del siglo pasado, un profesor cualquiera de la Universidad de Oxford leía cuentos a sus hijos cada noche antes de dormir. Solo que no era un profesor cualquiera, ni era un padre cualquiera leyendo a sus hijos, aunque él no podía imaginar que esa actividad terminaría por convertirle en uno de los escritores más importantes de la historia.
Pero es que Tolkien nunca se conformó con leer. Poco a poco comenzó a crear un universo en el que convivían hobbits, orcos, enanos, elfos y toda clase de criaturas que el escritor construyó tomando de la realidad que le tocó vivir su esencia última. Así nació El Hobbit. Después vino todo lo demás, pero los primeros pasos en la Tierra Media los dieron sus hijos, sus primeros lectores (aunque tal vez habría que decir oyentes). Por eso este libro es el cuento perfecto para compartir con los más pequeños: porque nació de forma totalmente honesta a partir del deseo de un padre entregado, a sus hijos y también a la literatura.
El Hobbit es entretenido, emocionante, amable, divertido y para todas las edades. Los adultos lo disfrutarán de una manera y los pequeños de otra, pero ambos lo harán. Mucho más ligero que El Señor de los Anillos, menos ambicioso y más accesible, El Hobbit es también la manera ideal de introducir a los más jóvenes en el universo de Tolkien, que terminó siendo mucho más grande de lo que él mismo sospechaba al empezar a construirlo. Con todo esto, El Hobbit es nuestra recomendación de hoy. Para vuestros hijos y para vosotros.