Cualquiera que esté inmerso en la cultura del meme reconocerá pronto a la ranita que protagoniza Feel good man. Este documental sobre Pepe the frog ahonda en cómo un personaje de lo más blanco acabó alzándose como la más cruda representación de los bajos fondos de 4chan y un símbolo de la alt-right estadounidense. Una transición guiada a través del testimonio de Matt Furie y más implicados que permite comprobar el oscuro uso que los memes pueden tener. También cómo la candidez lleva a un creador a perder totalmente el control de su creación.
Historia y sinopsis de Feels good man
Estrenado en 2020, Feels good man logró un éxito notable, siendo premiado por ejemplo en el festival de Sundance. Supuso el debut de Arthur Jones. Entremezcla una notable animación con imagen real. De este modo, el discurso es fácil de seguir y se adecúa a lo que se espera de una narrativa de corte más bien millennial.
Matt Furie, creador de Pepe the frog, habla sin reparos de todo lo que rodeó a su personaje. Le acompañan su mujer, amigos y compañeros de profesión. Así, cuenta cómo surgió la frase más característica de la rana, «feels good man«, así como detalles sobre su carrera. Al tiempo, se da voz a quienes pervirtieron el tema, como un miembro de 4chan. Desde el archivo aparece también el presentador Alex Jones, teórico de la conspiración y experto en crear Fake News que comanda Infowars.
De este modo, se puede ver el tránsito de Pepe desde el cómic Boy’s Club #1 a un tweet de Donald Trump, con 4chan como estación intermedia. De ser un tontorrón que compartía piso e iba de raves con tres amigos a ser la antropomorfización del trumpismo y foreros que van de los ninis a los incels. Todo mientras Furie no hace nada hasta que es demasiado tarde, actuando con un espíritu ingenuo que acabaría domando para vengarse a su manera del daño que hicieron a su obra.
Cuándo hay que ver Feels good man
Cualquier momento es bueno para ver Feels good man. Actualmente (noviembre de 2022) en Filmin, esta recomendación permite ver de forma crítica la cara más aparentemente graciosa de la guerra mediática. No en vano, el combate que planteó 4chan a través de la creación de memes logró ser decisivo en la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América. Un modelo de la alt-right que se ha ido replicando en muchos otros países alrededor del planeta y que juega con ese concepto de bromear para hablar en serio. Se esté o no de acuerdo, el ejemplo propuesto es perfecto y permite sacar conclusiones propias.
Asimismo, también es un documental que ver para comprobar como una obra puede escaparse del control de su autor en la era de Internet. Furie peca de ingenuidad y diversos testimonios de Feels good man no dudan en echárselo, educadamente, en cara. De esta forma se lleva a la reflexión sobre la cultura popular, la apropiación y las consecuencias de dejar correr ciertos asuntos.
Finalmente, Feels good man es un gran documental sobre memes. Uno que se los toma en serio, que sabe lo importantes que pueden ser. Trocitos de información que se autorreplican para sobrevivir siguiendo la definición que del término hizo el evolucionista Richard Dawkins y que pueden generar consecuencias más allá de una mera carcajada. Porque la cultura pop es algo más que meter referencias a productos que uno vio de niño.