Xoel López ha cantado Tierra, un poema imposible sobre la vida. Ha cantado Lodo, y como consecuencia ahora la cantamos todos, como un himno. Cantó, mucho antes, con otro nombre, El amor valiente, una de las más inspiradas canciones de amor de este país. Cantó, algo después, Tigre de Bengala, y nos puso a bailar cuando menos esperábamos hacerlo (en pleno confinamiento). Con ese mismo trabajo nos puso a llorar con Joana, antes nos había puesto de buen humor con Ningún hombre, ningún lugar. Xoel López es el músico que lo canta todo, por eso hay tanta gente ahí fuera queriendo escuchar cada canto. El último se llama Fort Da, y es nuestra recomendación musical de hoy.
Así es Fort Da
Fort Da funciona como carta de presentación del nuevo álbum de Xoel López, Caldo Espirito, que saldrá en otoño y tendrá su primera gran fiesta el 29 de noviembre, en el WiZink Center de Madrid. Para iniciados y veteranos en su música, Fort Da es una buena canción a la que te enganchas antes de darte cuenta. Uno de esos temas cuyos estribillos vas tarareando por la calle casi sin ser plenamente consciente de estar haciéndolo.
Las estrofas, donde vuelve a demostrar que no hay una voz como la suya, inconfundible la presente como la presente, son cantos templados que remiten a relaciones complicadas. Pero es el estribillo, especialmente el que sigue al puente, el que se queda en quien lo escucha. El que cala y empapa y sacude, donde esa inconfundible voz rompe para terminar de presentar este nuevo canto, que es desgarrador.
Cuándo escucharla
Siguiendo esa corriente de creencias, a la que nos adscribimos con fe absoluta, de que la música es sanadora, Fort Da quizá no haya que escucharla tanto en un buen momento como en uno malo. Porque tal vez no tenga la capacidad de arrastrar el dolor consigo, porque la historia, en esta ocasión, no va de eso, pero a veces reconocerse en algo es suficiente para empezar. Esta canción ofrece la oportunidad de gritar lo que duele, que es igualmente sanador aunque no sea una cura definitiva. Así que recomendamos Fort Da para esos días en los que quizá no se avance, pero se empieza a pensar que ahí no hay que quedarse. Para esos días en los que no apetezca ya llamarlo amor.