No es que ahora no haya grandes series, pero fue la primera década de los 2000 la que subió el nivel de las producciones televisivas. Están las archiconocidas, como The wire, Los Soprano, Roma o Perdidos. Pero hay vida más allá de ellas. Fringe es un buen ejemplo. Una ficción de proporciones épicas, que construyó una mitología interna enorme. Capaz de bordar temas tan diversos como el de los multiversos o las relaciones paternofiliales, destacó por la fidelidad de su audiencia. De hecho, se puede asegurar que fueron sus fans los que la salvaron de no morir antes de tiempo.
Historia y sinopsis de Fringe: Al límite
Tras esta serie hay un grupo de creadores de los más reputados. Estrenada en 2008, la idea de Fringe salió de Alex Kurtzman, Roberto Orci y J. J. Abrams. Este último estaba todavía cerrando Perdidos y preparando películas sobre Star Trek en el momento de la concepción de esta ficción. Su reputación ayudó a convencer a Fox para desarrollarla. Para inspirarse tiraron de Un viaje alucinante al fondo de la mente (peor traducción de la historia desde Altered states), Expediente X o The twilight zone, pero también de Ley y Orden.
El resultado fue una serie que parecía ir a lo CSI, pero que usaba la ciencia límite como conductora. Así, poco a poco, desarrolló un arco meta que transformó al todo en una epopeya. En el centro de ella están Olivia (Anna Torv), Peter (Joshua Jackson) y el Dr. Walter Bishop (John Noble). La primera es una agente del FBI, el segundo un genio buscavidas y el tercero un científico loco. Mientras resuelven casos, los dos primeros viven dinámicas románticas y los segundos, padre e hijo, se reconcilian poco a poco.
Además de ellos, destacan el jefe de Olivia, Phillip Broyles (Lance Reddick), su asistente Astrid (Jasika Nicole) y su compañero Charlie (Kirk Acevedo). De la parte de los Bishop, cabe destacar a la vaca Gene, la directora de Masive Dinamycs Nina Sharp (Blair Brown) o el Dr. William Bell (Leonard Nimoy). David Robert Jones (Jared Harris), que como piensas se llama como Bowie, fue uno de los primeros malos destacados.
Las audiencias nunca fueron altísimas en Fringe, pero logró crear una base de fans muy fieles (entre los que estaba el que escribe esto). La amenaza de cancelación fue real, pero continuas campañas, inolvidables las de Twitter, y una empatía sorprendente por parte de Fox permitieron que se pudiera llegar al final.
Cuándo recomendamos ver Fringe: Al límite
Si eres fan de la ciencia ficción
En la era de la exageración y la hipérbole entendemos que nadie se fie cuando se habla de «una de las mejores series» de lo que sea. Pero en este caso, Fringe es un producto de ciencia ficción total. Todo está hilvanado, con un progreso perfecto de casos puntuales a un arco global. Así, la originalidad de la parte procedimental, con toques de terror, es una de sus señas de identidad. En el entorno multiversal, la lógica se mantiene hasta llegar a una conclusión loquísima.
En caso de querer ver una gran historia de padres e hijos
Lo que mejor supo hacer Fringe es dotar de un gran componente emocional a sus personajes. La relación Olivia/Peter está llevada con corrección, los creadores además aprovechan las posibilidades que da la mitología interna de la serie. Sin embargo, son los vínculos paternofiliales los que brillan. Lo que ocurre entre Peter y Walter es el eje vertebral de todo lo demás. Las acciones del Dr. Bishop están guiadas por un amor desesperado.
A ello se suman más adelante otras relaciones del mismo corte. Da igual el universo o la línea temporal, en todas hay padres y madres en busca de proteger a sus vástagos. Tal cariño es una motivación primaria de los personajes, sin que se caiga en el tópico de «el amor es la fuerza más poderosa».
Para quien guste de los científicos locos
El personaje de Walter Bishop justifica ver Fringe por sí mismo. No es que el resto sean menores o no tengan interés, simplemente el doctor es una maravilla. Es una mezcla de Prometeo, Fausto y un colgado de las drogas psicodélicas. La serie le presenta en un estado lamentable, dicho en plata, totalmente chalado la mayor parte del tiempo. Eso no impide que se meta de todo y realice experimentos donde el límite es el que ponen Olivia o Peter.