Aunque decir que Fuego y sangre es un libro para profundizar en la historia de la casa Targaryen casi se queda corto. Porque no solo permite ahondar: permite realizar una inmersión completa y total en las intrigas de una de esas familias que explican el éxito de Canción de Hielo y Fuego, la gran saga de fantasía del siglo XXI. Tras concluir la primera temporada de La casa del dragón, el espectador quizá se quede con ganas de más. Es entonces cuando este puede convertirse en lector, tal como sucedió con las primeras temporadas de Juego de Tronos, para descubrir la obra literaria. Una advertencia antes de ponernos: Fuego y sangre no es para todos.

La historia de Fuego y sangre
El primero de los dos volúmenes que George R.R. Martin dedica a la historia de la casa Targaryen es una obra densa, extensa y repleta de detalles. Comienza con la llegada de Aegon I, el Conquistador, a Poniente. La Maldición de Valyria ha asolado la legendaria isla de los dragones y solo una familia ha sobrevivido. Los Targaryen se asientan entonces en Rocadragón, desde donde planean su llegada a un conjunto de reinos por entonces divididos y enfrentados.
Fuego y sangre sigue la historia de la familia desde que Aegon el Conquistador se sube a lomos de su dragón, Balerion el Terror Negro, para hacerse con una corona para gobernarlos a todos. A partir de ahí, el lector disfruta de un acercamiento a costumbres que no siempre se han entendido. Por ejemplo, el matrimonio entre parientes cercanos, la relación con esas bestias tan bien representadas en el formato audiovisual o los conflictos entre los Targaryen que van desfilando por las páginas del libro.
La vida de algunos es efímera, la de otros es larga y casi tediosa. Otros miembros ofrecen acontecimientos y reflexiones que estimulan como siempre ha logrado hacer esta saga. De unos y de otros se narran hechos, características y relaciones de importancia. Cuando el libro concluye, uno tiene la sensación de conocer un poco más a esta familia tan peculiar, diversa y fascinante. Allí están Viserys, Daemon, Rhaenyra y otros personajes de La casa del dragón. Eso sí, la obra ha evolucionado y muchos eventos cambian en la adaptación, para alegría del propio R.R. Martin. Conviene adelantar que Sangre y fuego concluye tras los eventos de la serie. Por tanto, si no se quiere saber qué ocurre en la primera temporada o posteriores, mejor ir con tiento.
Cuándo hay que leer Fuego y sangre
Vamos con la advertencia. Fuego y sangre no es para toda clase de lectores porque está escrito siguiendo más la línea de un ensayo, de un libro de historia, que la de una novela. Personajes ficticios ejercen de historiadores o cronistas para narrar ese recorrido familiar desde el punto de vista de quien lo observa en la distancia, fuera de escena. Muchas veces, habiendo transcurrido largo tiempo desde que sucedió. Es un libro, como se ha dicho, cargado de detalles. Para algo George R.R. Martin es un maestro en ello. No abrumará (demasiado) a quien guste de este tipo de lecturas, pero aquellos que anden buscando una novela de fantasía puede que salgan decepcionados. Vamos, que si el Silmarillion está en la lista de leídos, esto será un pasatiempo.
Para quien, conociendo lo anterior, apueste por darle una oportunidad, debe saber que es una lectura de la que se puede disfrutar enormemente. Por eso forma parte de nuestras recomendaciones, claro. Quizá la mejor forma de leer Fuego y sangre es cuando se disponga de un tiempo continuado para ello. De lo contrario, para cuando se llegue al final el principio puede haber quedado desdibujado. Puede tomarse, en cualquier caso, como una lectura que realizar a modo de lección: por etapas, por periodos o por reinados, poco a poco, disfrutándolo. En un caso y en otro, es buen remedio para amenizar la espera hasta la segunda temporada de La casa del dragón.