El fenómeno cinematográfico internacional que trajo consigo Vengadores: Infinity War es uno de esos fenómenos difíciles de repetir. En los momentos de mayor euforia, casi sale decir que es imposible de repetir. Infinity War se estrenó en abril de 2018, pero se estuvo construyendo durante una década, a lo largo de casi dos decenas de películas que llevaron a millones de espectadores a las salas. De ahí lo (casi) imposible de volver a presenciar algo así. Además, Infinity War tuvo la decencia de, honrando a todo lo anterior, ser también una buena película. En líneas generales, podría hablarse de la película total de Marvel. Una recomendación eterna que pueden llegar a disfrutar, incluso, quienes no hayan seguido todo el camino.
Así es Vengadores: Infinity War
Thanos llega a la Tierra con el objetivo de cumplir su plan: reducir la población de todo el universo a la mitad, persiguiendo el equilibrio que le obsesiona desde hace años, un equilibrio que solo ve él. Frente al Titán, los Vengadores, que después de años de lucha son cada vez más numerosos. Claro que también, después de años de lucha, tienen cada uno sus propios conflictos, rencillas e implicaciones. Los Vengadores están en Nueva York, pero también en Wakanda, en una cabaña perdida en el bosque, momentáneamente en Edimburgo y también en el espacio, aunque mirando hacia la Tierra. Todos ellos tienen que unir fuerzas para hacerle frente, aunque sea en la distancia, aunque sea a través del esperado objetivo común de detenerlo. A pesar de los conflictos, las rencillas y las implicaciones personales.
En Infinity War pueden verse a prácticamente todos los superhéroes que fueron imprescindibles en esos años marvelitas, aunque hay notables ausencias (Ojo de Halcón, la principal). Las tramas de unos y otros quedaron aquí unidas y selladas en más dos horas y media de largometraje que pasan en un suspiro, por el buen planteamiento, el excelente ritmo y el tono ligero, con el humor por bandera, del que siempre ha presumido Marvel. Hay escenas verdaderamente divertidas (las primeras que comparten Tony Stark y Doctor Strange), otras en las que la acción es un lujo para los sentidos (el primer enfrentamiento con Thanos) y otras en las que puede apreciarse el excelente trabajo de construcción de personajes.
Tras Infinity War llegó Endgame, que puso fin a esta Saga del Infinito y que es también, por este orden, un gran fenómeno y una buena película, que tiene además la escena más significativa de la historia del Universo Cinematográfico de Marvel (“Avengers… assemble”). Pero el gran hito fue Infinity War, porque fue la primera capaz de reunir de forma excelente una cantidad ridícula de personajes que pudieron, como en sus películas individuales, desarrollarse y brillar, cada uno por lo suyo.
Cuándo ver el gran hito de los Vengadores de Marvel

Aunque Vengadores: Infinity War está pensada para todos los espectadores que llevan tiempo al lado de estos personajes, también aquellos que no tienen gran conocimiento pueden llegar a disfrutarla. La experiencia no es, claro, la misma. Se perderán detalles y ciertas conexiones que engrandecen el total, pero los sencillos planteamientos de Marvel permiten seguir las películas de forma individual sin lamentar no tener grandes conocimientos del Universo en su totalidad.
Un buen momento para ver Infinity War es cuando el espectador en cuestión esté buscando un gran entretenimiento, porque este gran hito de Marvel es una película entretenida, emocionante, divertida, emotiva y épica. La película total. Por eso es hoy nuestra recomendación. Se puede disfrutar en Disney+.