Un líder alto, con porte impecable, de gesto severo y voz firme. Esta es la imagen más habitual que ha transmitido Lance Reddick durante su carrera. Una trayectoria variada, pero en la que han destacado los papeles como superior en un cuerpo de policía. Porque, amen de sus participaciones en John Wick, sus interpretaciones de Philip Broyles y Cedric Daniels son las que mejor reflejan las virtudes del actor fallecido por causas naturales el 17 de marzo de 2023.
Vidas paralelas entre la ficción y la realidad
Teniente, comisario, coronel… Lance Reddick se ganó el respeto de la audiencia con dos personajes que destacaban por su recta virtud. Un camino por lugares que el actor conoce muy bien, de su Baltimore natal al Boston donde estudió arte dramático en Yale. Porque Cedric Daniels fue el paciente y luchador superior de McNulty y Greggs durante buena parte de The Wire. La serie de Simons transcurre, precisamente, en el lugar donde nació el protagonista de este artículo.
En palabras del actor, Daniels era un «policía de corazón». Un experto en derecho que destacaba por no estar podrido como tantos de sus superiores y subordinados. Aguantando las idas de olla de McNulty, fue capaz de progresar en su carrera a pesar de su entereza moral. Sin embargo, una vez tocado el techo, solo le quedó la opción de renunciar. Cedric nunca fue un político, como tan bien transmitió Reddick con su interpretación. Harto, el sistema le perdió con su dimisión que le llevó a una segunda vida como abogado defensor.
Fringe tiene su alma en Boston. El departamento de Seguridad Nacional especializado en seguir casos extraños tenía en el Philip Broyles de Lance Reddick uno de sus mayores activos. En este caso, se trataba de un excoronel, al menos en el universo principal. Un hombre íntegro que siempre apoyó a Olivia, protagonista de la serie. Flexible a pesar de su mentalidad militar, el sacrificio por su equipo fue una constante en el multiverso de la ficción de J.J. Abrams.
Lo más curioso, siguiendo esta trayectoria por ciudades importantes en la vida de Reddick, es que vivía y falleció en Los Ángeles. Exactamente la urbe donde ejercía como jefe policial su personaje de Bosch, la adaptación a televisión de la obra de Michael Connelly.
La voz como poder
Algo encasillado en su vertiente policial, no cabe duda sobre la calidad que Reddick aportaba en estos roles a las series en que participaba. Un secundario principal de los de toda la vida. Además de en estos papeles, en otros como el del conserje del Continental Charon, de la saga John Wick, el actor lograba hacer usos muy efectivos de su calmada mirada y voz segura. Un elemento este último que usó en multitud de doblajes, como en La leyenda de Vox Machina, y en la industria del videojuego, por ejemplo en Destiny y Horizon Zero Dawn.
Sus cuerdas vocales estaban domadas gracias a su faceta como músico. De joven obtuvo un grado en música y estaba versado en composición. De hecho, en 2007 lanzó un disco, Contemplations & Remembrances, donde predominan los elementos jazz.
Un reflejo esto último de la polivalencia que caracterizó a Reddick. Parte esencial de una de las dos mejores series de televisión realizadas hasta la fecha, The Wire, y de uno de los proyectos de ciencia ficción con más consistencia de lo que va de siglo, Fringe, el intérprete se ha ganado lo mejor que puede ganarse cualquier persona: ser recordado.