Lavender Haze es la canción que hace las veces de bienvenida de Midnights, el nuevo disco de Taylor Swift. Es el tema que abre el álbum, el que invita a quien lo escucha a encontrarse con la artista en todas esas medianoches de insomnio a las que ha dedicado esta última producción. Para la composición de Lavender Haze, Swift se ha unido a Jack Antonoff, colaborador habitual, Jahaan Akil Sweet, Mark Anthony Spears, Sam Dew y Zoë Kravitz. Tres minutos y medio de pop en el que canta a lo que de verdad importa.
Significado de Lavender Haze: lo que de verdad importa
La canción que abre Midnights es uno de los temas más bailables, un sonido que encaja bien con ese mensaje optimista, casi despreocupado, que lanza Taylor Swift. El conflicto narrado en esta canción es uno de los más explorados por la artista a lo largo de su carrera: cómo la fama ha afectado a sus relaciones.
“He estado bajo escrutinio”, dice hacia el principio, “pero lo manejas de maravilla”, añade inmediatamente después, estableciendo ya una diferencia de significado con producciones anteriores. “They’re bringing up my history, but you weren’t even listening”, continua. Siente su vida de dominio público, pero ya no importa tanto porque aunque su historia está ahí fuera la persona que está en casa no está haciendo caso. Así que Swift ha dejado de preocuparse, pero sigue enfadada.
Swift explicó que el término “lavender haze” lo encontró mientras veía un capítulo de Mad Men. Y lo encontró bonito, porque en los años 50 era muy común emplearlo para indicar que una persona estaba enamorada. Aquí surgen dos caminos. Por un lado, abraza ese concepto, porque “este tema va de cómo ignorar” el ruido exterior “para proteger lo que de verdad importa”. Es decir, el estar enamorado, el querer “stay in that lavender haze”, quedarse en esa neblina lavanda.
Por otro lado, rechaza la concepción de la mujer enamorada que se tenía en aquellos años 50 y lo hace en cada estribillo: “no deal the 1950s shit they want from me”. «Ni de broma esa movida de los años 50 que quieren para mí». Lo completa con una de sus declaraciones más tajantes de este disco, “all they keep asking me is if I’m gonna be your bride, the only kind of girl they see is a one night or a wife / siguen preguntándome si voy a ser tu esposa, el único tipo de chica que ven es una chica de una noche o una esposa”. No es que no quiera la neblina lavanda, lo que no quiere es un rol antiguo en esta neblina.
Qué le quitó el sueño en Lavender Haze
Da la sensación de que lo que le quitó el sueño a Taylor Swift en esa noche de insomnio fue, entre otras cosas, no querer ser lo que los demás quieren para ella. También el enfado por tener que seguir aguantando que se hable de sus relaciones como si importase la opinión de alguien más al margen de los involucrados. Así que se siente más enfadada que, por ejemplo, abrumada, como sí se ha mostrado en otras ocasiones. Tampoco ya hay tristeza que valga por esa presión pública.
“I’m damned if I do give a damn what people say / Estaría condenada si le doy importancia a lo que la gente diga”, asegura, empleando además un vocabulario tajante para ello. Quizá le quitase el sueño la rabia por sentirse siempre en ese escrutinio que denuncia, pero le importa cada vez menos. “Talk your talk and go viral, I just need this love spiral / Di lo que quieras y hazte viral, solo necesito esta espiral de amor”. Ella solo quiere su neblina lavanda.
Conexiones con otras canciones
La forma en la que ese escrutinio público afecta a su vida en general y a sus relaciones en particular es uno de los temas más recurrentes en su discografía. No en vano lleva más de quince años siendo una estrella mundial y sabiendo lo que se siente cuando te señalan, y cuando señalan a tu pareja.
Sus relaciones se han seguido y se han juzgado como si pertenecieran a todos, un asunto ante el que Swift ha tendido a mostrarse preocupada, angustiada, insegura y abrumada. En I Know Places (1989, 2014) buscaba lugares en los que esconderse, porque “something happens when everybody finds out, see the vultures circling, dark clouds / algo pasa cuando todos se enteran, ves los buitres dando vueltas, nubes oscuras”.
En Reputation (2017) ya podía percibirse una ligera diferencia en su manera de afrontarlo, tal vez porque ya había encontrado a esa persona que manejaba maravillosamente el escrutinio público. Delicate es un canto a la esperanza: “my reputation’s never been worse, so you must like me for me / mi reputación nunca ha sido peor, así que debo gustarte por cómo soy”.
En Call It What You Want ya habla de sentirse mejor en ese aspecto, más cerca de la neblina lavanda y menos de la reputación. Cuando canta “loves me like I’m brand new / me quiere como si fuera nueva” parece estar validando (y casi sorprendiéndose) el ser querida a pesar de todo, a pesar de no ser “nueva” porque son demasiadas las historias pasadas que se conocen.
Pero el salto real ha llegado en Lavender Haze, al dejar de sentirse preocupada por esas consecuencias no escogidas de ser quien es. Parece más molesta por tener que seguir aguantando según qué cosas, «the 1950s shit” y todo lo demás, que otra cosa. Ya no le preocupa cómo puede afectar a su relación, porque se siente segura en ella.
Hablando del querer al margen de ese escrutinio, en Peace (Lover, 2019) dejó una de las mejores frases de toda su carrera: “all these people think love is for show, but I would die for you in secret / toda esta gente piensa que el amor es para mostrarlo, pero yo moriría por ti en secreto”. Porque tiene todo un mundo en casa y eso es lo único que importa.
La pecera que se abre al espacio: un videoclip onírico
El videoclip de Lavender Haze tiene el aire onírico que respira la propia canción, esa sensación de flotar al margen de lo que sucede en el mundo. Dirigido por la propia Swift, todas las imágenes están pasadas por un filtro lavanda, cuyas flores son protagonistas de fotogramas que remiten a escenas ya vistas en la carrera de la artista. También en el vídeo de Our Song (Taylor Swift, 2007) se acostaba sobre un campo de flores, pero estas ahora han cambiado de forma y color.
Otra referencia a su pasado son los peces que aparecen, precisamente como la artista, flotando en el espacio. Sonarán a muchos porque son los mismos que decoraban su guitarra durante el tour de Speak Now (el siguiente álbum que tiene pensado reeditar), guitarra también utilizada en Anti-Hero. «Mi vida es una pecera», dijo Taylor en una ocasión, explicando después que, en el caso de llegar el amor, alguien tendría que vivir en esa pecera con ella. Ya en Lover hacía una referencia en este sentido. En Lavender Haze parece romperse esa pecera para abrirse al espacio.