Llueve en la sexta noche de insomnio de Taylor Swift. Ella misma es la lluvia de medianoche, canta en esta Midnight Rain de nuevo compuesta junto a Jack Antonoff. Un efecto especial recibe al oyente en una canción en la que Taylor reflexiona sobre un tema presente en sus últimos discos: la imposibilidad de corresponder un amor aún siendo consciente de que es bueno.
Significado de Midnight Rain: amor que no pudo querer
Lo que Taylor Swift describe en Midnight Rain es una relación en la que dos personas buscan algo diferente, son algo diferente. Ya los primeros versos no pueden ser más tajantes: él quería una esposa, él quería algo cómodo, ella perseguía la fama (I was making my own name) y prefería el dolor en el que estaba instalada. Emocional y mentalmente esas dos personas no se encontraban en el mismo punto.
Ni eran lo mismo. Ella era midnight rain, lluvia de medianoche, atándose así de alguna manera a las pesadillas en torno a las que articula este disco. Él, en cambio, era sunshine, el sol. La noche, la oscuridad, el tiempo de entregarse a las pesadillas, frente al día, la luz, el tiempo de vivir.
La vida de ella estaba enmarcada en una ciudad hostil: my town was a wasteland, full of cages, full of fences, pageant queens and big pretenders / mi ciudad era un páramo, llena de jaulas, llena de vallas, concursos de belleza y grandes impostores. Él came like a postcard, llegó como una postal. Como algo sencillo, bonito, agradable. Contraponiendo ambos escenarios, el de ella y el de él, coge fuerza ese contraste entre la noche de ella y el día de él, entre la oscuridad y la luz. Eran diferentes.
La clave que explica el dolor de Midnight Rain se encuentra en los primeros versos: I broke his heart ‘cause he was nice / rompí su corazón porque era bueno. Este tema es el recuerdo, y también el lamento, por un amor que reconoce como bueno pero que no supo, pudo o quiso corresponder.
Qué le quitó el sueño en Midnight Rain
Hay un cierto sentimiento de culpa en esta canción. Aunque ese lamento nunca se expresa de manera directa, la propia contraposición de personalidades y escenarios arroja sobre quien escucha esa sensación de que ella lamenta no haber podido estar en el mismo lugar emocional que quien fuera su pareja. También haber roto su corazón.
El último verso añade otra emoción: el arrepentimiento por la vida que dejó escapar (the life I gave away). Ella nunca piensa en él, dice, pero añade un “excepto”, porque sí hay momentos en su vida en los que se acuerda de ese amor bueno. Esa culpa anterior, este arrepentimiento y el recuerdo de un hombre bueno al que no pudo corresponder del todo es lo que le robó el sueño a Taylor Swift.
Conexiones con otras canciones de Taylor Swift
Getaway Car (Reputation, 2017) es una de las canciones más recordadas de Taylor Swift en este área emocional de la culpa, el arrepentimiento y las cosas que no sabemos querer. Amparada en las metáforas, más explicando el porqué de esa imposibilidad de amar que lamentándose por ello, esta canción trata, en esencia, del mismo asunto. Pero hay diferencias.
En Getaway Car nunca habla de él, solo de cómo se sintió ella y de cómo sintió esa relación en el momento en que tuvo que terminar con ella. Si es que ambas versaran sobre la misma, da la sensación de que Getaway Car está escrita en el momento en que sucedió, cuando necesitaba escapar, y Midnight Rain nace con la perspectiva que concede el tiempo, que permite ya dibujar una imagen completa. En esa imagen completa no solo hay agobio por huir de algo que no sabes cómo tener, también hay cabida ya para reconocer eso que tenías y no supiste valorar.
También champagne problems (evermore, 2020) persigue sentimientos similares. En esta canción se narra una propuesta de matrimonio rechazada y con ella otro corazón roto: your heart was glass, I dropped it. La conexión más evidente entre ambas puede encontrarse en este verso: love slipped beyond your reaches and I couldn’t give a reason. El amor se te escapó de las manos y no pude darte una razón, canta Swift. Porque en ocasiones no hay más razón que no saber, poder o querer corresponder a la persona que tenemos en frente. Y a veces, tras eso, llega la culpa, el arrepentimiento y el reconocimiento de lo bueno. Al menos, en noches como esta.