Entre lanzamientos de altura como la tercera temporada de The Mandalorian y conclusiones esperadísimas como la de la primera entrega de The last of us, HBO ha estrenado una definida como western de frontera. Concretamente, de la que separa Galicia y Portugal: la Raya. Las primeras impresiones de Motel Valkirias dejan claro que todo va a ser a partes iguales luso y gallego. Da igual que se mire desde lo argumental o desde la producción, la ambivalencia fronteriza siempre está ahí. Ojo, que algún spoiler hay más adelante.
Mujeres y zonas límite
El piloto de Motel Valkirias sirve de presentación a las tres protagonistas de la serie. Porque se trata de una ficción donde la perspectiva argumental es totalmente femenina. Desde Ourense parte Lucía (María Mera) con su hija Alicia (Valeria Lamas). Madre separada, trabaja en un bar cantando ligera de ropa para sacar adelante a su niña. Sin embargo, su ex Raúl, posesivo y desquiciado hasta el extremo, se entera. Decide llevarse a la cría a pesar de que no le toca y amenaza con pedir la custodia.
Es en esta tesitura en la que Lucía decide cruzar a Portugal con su hija, a pesar de que debe entregarla al padre al día siguiente según el turno de custodia compartida. Allí encuentran el motel que da título a la serie y su dueña Carolina (Marina Mota). Malencarada y endeudada, dará cobijo a la madre huida a cambio de trabajo. Ella carga con su drama, en este caso lo que parece una hija desaparecida. Por eso no quiere cerrar el hospedaje que regenta, ya que considera que es la única forma de poder llegar a encontrarla.
La tercera en discordia es Eva (Maria João Bastos), una actriz lusa de capa caída. Acaba de perder un personaje en una telenovela, al que los productores van a liquidar, y además está siendo chantajeada a raíz de unas fotos íntimas. El motel Valkirias es el lugar donde su enemigo se reúne con ella para cobrar un pago que la mujer no puede dar.
Un guion tirando a normal
Presentar varios perfiles coprotagonistas distintos pero que han de trabajar juntos para salir del paso es un clásico de la ficción. Más, todavía, en el western en el que se quiere ver reflejado Motel Valkirias. De esta forma, el primer vistazo que ofrece el piloto no es demasiado novedoso.
El problema conjunto viene de la mano de Elixio (Miro Magariños). Un afable contrabandista y asesino a sangre fría que ha decidido que es su momento. De esta forma, el desencadenante de la acción es el robo por parte del camionero de un cargamento de la familia criminal Mendonça. Valorado en 20 millones de euros, quiere cinco para devolverlo. El hombre llega al motel tirando la casa por la ventana y tanto Carolina como Lucía aprovechan para sacar tajada. Por desgracia, se pasan de frenada y acaban, casualidades mediante, con Eva matando de un disparo al contrabandista.
El gran riesgo de Motel Valkirias en lo argumental no es usar tópicos, sino que su mezcla de drama y comedia aguante el tirón de un todo al que el espectador seguramente esté acostumbrado. Ahí está la diligencia robada, la celebridad contra las cuerdas, la forastera huyendo y la propietaria que necesita un milagro económico. Queda ver si las dinámicas entre ellas y los elementos que se desplegarán en próximos episodios, con la incorporación activa de Chechu Salgado a la cabeza, lograrán asentar o no el modelo. De momento, entretiene sin más, que no es poco.
Una producción que es pura Raya
Ghaleb Jaber Martínez es el creador de la serie, además del líder del equipo de guionistas, de la mano de la productora CTV. Es conocido por su serie O sabor das Margaridas, protagonizada por María Mera y que alcanzó renombre internacional. TVG por la parte gallega y SPi y RTP por la portuguesa completan el entramado productor. Por ello, la pública lusa y de Galicia emitirán Motel Valkirias en su prime time.
Acertadamente, Ghaleb y compañía han optado por un modelo bilingüe para la ficción. El gallego y el portugués se unen literalmente en el personaje de Carolina. Esto, junto a localizaciones montesas y fluviales, dan una sensación de frontera inmediata. En este sentido, logra lo que se propone desde el minuto uno.
Con todavía mucho por mostrar, las primeras impresiones de Motel Valkirias no dejan una opinión cerrada. Tiene una producción cuidada y un reparto tan local como efectivo. El contexto, sin duda, tiene alma y está por ver si la trama también. Cartas por jugar le quedan en los estrenos de los siguientes siete capítulos. Por ejemplo, las facetas policiacas y criminales todavía están por mostrar. De momento, y obligadamente en versión original, la nueva ficción de HBO merece una oportunidad.