Elton John se despedía el pasado 8 de julio de los escenarios en un multitudinario concierto en Estocolmo, a los 76 años y vistiendo una de sus habituales chaquetas llenas de color. El británico ha dejado como legado más de 40 discos y un sinfín de canciones para el recuerdo. Canciones de melodías inolvidables, desde Tiny Dancer a Don’t Go Breaking My Heart, letras poderosas creadas por Bernie Taupin y cantadas por una voz de ensueño, como sucede con Your Song, o himnos que han traspasado generaciones y han tenido un calado social difícil de borrar, como I’m Still Standing. O Rocketman, siempre Rocketman, canción que además sirvió como título para una película que funciona como despedida cinematográfica de uno de los artistas más importantes del siglo pasado.
Así es Rocketman, la gran celebración de Elton John
Con un guion de Lee Hall, Dexter Fletcher fue el encargado de dirigir esta película biográfica basada en las propias memorias del músico. Rocketman es lo que promete: un recorrido por la vida de Elton John, desde su más temprana infancia como niño prodigio hasta su salto a la fama. Acompañado desde bien temprano por el letrista Bernie Taupin (Jamie Bell en la cinta), Elton John va haciéndose consciente de su grandeza y dando pasos hasta el estrellato mundial, no sin atravesar momentos duros que encuentran un buen reflejo en la película.
Rocketman es valiente y tiene alma. No se limita a pasar de puntillas por los instantes que hicieron de Elton John lo que ha terminado siendo a ojos de todo el mundo: un músico de enorme talento, un icono LGTB, un hombre que tropezó con adicciones, un hombre que ha cometido errores, un amigo de sus amigos que no ha dejado nunca de desear compañía. Es una película tremendamente personal de la que puede hablarse con seguridad, pues siempre tuvo al propio músico cerca para desarrollarla.
Cuesta creer que hubiera funcionado con otro intérprete que no sea Taron Egerton, que quedó injustamente borrado de una carrera de premios que solo un año antes había encumbrando a un Rami Malek que ofreció un repertorio de talentos menor que el de Egerton. No era fácil dar vida a Elton John, pero el británico estuvo siempre acertado: gestos particulares, emotividad justa y un insospechado talento para los escenarios. Una buena interpretación, en general. Todo eso en una película que, no hay que pasarlo por alto, no deja de ser una película musical. Rocketman es ideal para despedirse de un músico inolvidable, por eso es hoy nuestra recomendación.