El escritor británico Lewis Carroll sentó un precedente en la literatura fantástica, especialmente en lo que respecta a la ficción infantil. Sus dos obras más conocidas, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, nos transportan a un laberinto de paradigmas lógicos, problemas matemáticos, referencias victorianas, juegos lingüísticos y poemas escritos con palabras inventadas.
No importa si eres fan de la película de Disney, las de Tim Burton, los libros originales o todas las respuestas son correctas. Las Alicias esconden mil secretos que no son fáciles de desencriptar, pero siempre se llega a alguna parte si se camina lo suficiente. Estos son algunos de los detalles que tienden a quedarse por el camino.
Guiños a la vida de Lewis Carroll
Charles Lutwidge Dodgson (1832-1898), mejor conocido como Lewis Carroll, sigue siendo una figura enigmática a día de hoy. Por muchas cartas y biografías que ronden por ahí, hay infinidad de datos que aún se desconocen. No obstante, es posible reconocer en su obra algunas referencias a su vida real.
Por ejemplo, muchos de los personajes de Carroll están basados en personas reales. Para empezar, su Alicia está inspirada en Alice Liddell, la hija del decano de la Universidad de Oxford, donde Carroll trabajaba. Tenían muy buena relación. De hecho, la primera versión de Alicia en el país de las maravillas surgió en un paseo en barco con las hermanas Liddell.
Se cree que su padre, el decano, pudo haber inspirado el personaje del Conejo Blanco, ya que tenía fama de llegar tarde a todas partes. Por otra parte, el condado natal del matemático es Cheshire, que también es el nombre de cierto gato de sonrisa peculiar.

Secretos, acertijos y referencias ocultas en las Alicias
Siguiendo con el Gato de Cheshire, este felino tiene una historia de origen que no muchas personas conocen. Su nombre proviene de la expresión inglesa «to grin like a Cheshire cat / sonreír como un gato de Cheshire», que ya se encuentra en textos del siglo XVIII. Hay varias teorías acerca del nacimiento de dicha expresión, pero claramente no fue obra de Lewis Carroll. De todas formas, la popularidad de su minino sonriente eclipsó todo lo demás.
Además de este tipo de referencias, Carroll también esconde mensajes secretos en sus obras. Por ejemplo, A través del espejo finaliza con un poema acróstico, muy popular en la época victoriana. Esto significa que la letra inicial de cada verso revela un nombre escondido en el texto. En las últimas líneas del segundo libro, Alicia le pregunta a su gatito Kitty quién cree que ha soñado todas las aventuras vividas. La respuesta puede encontrarse en este poema final, cuyas iniciales revelan el siguiente nombre: Alice Pleasance Liddell. La Alicia del mundo real.

Quien se haya leído los libros, o al menos el primero, reconocerá el nombre de la Falsa Tortuga. Inicialmente, este personaje también iba a aparecer en la película de Disney, pero terminaron recortándolo de la cinta. En cualquier caso, este animal híbrido que, como su nombre indica, no es verdaderamente una tortuga, representa una sátira a la etiqueta victoriana. Se llama así en referencia a una sopa de la época, conocida como mock turtle soup. Era una alternativa más barata a la sopa de tortuga.
Uno de los detalles menos conocidos de las Alicias es que, a través de personajes zoomorfos y algunas escenas y conversaciones concretas, Carroll transmitía su empatía hacia los animales de otras especies. El aspecto moral de la vivisección era un debate latente en su época. Lewis Carroll se posicionó rotundamente en contra de infligir cualquier tipo de sufrimiento innecesario a los animales. En A través del espejo, la protagonista se encuentra en un banquete y ponen frente a ella una pata de cordero. Esta se mueve y la saluda mientras la apuntan con un cuchillo. Una clara representación de la vivisección animal. Finalmente, la Reina Roja dice que es de mala educación comerse a «alguien» y ordena retirar la bandeja.

La complejidad matemática de A través del espejo
En general, el segundo libro es más complejo en términos de matemática y lógica, los campos favoritos del autor. No hay más que ver que A través del espejo y lo que Alicia encontró allí es, literalmente, una partida de ajedrez. Alicia va avanzando de casilla en casilla y es posible seguir cada movimiento del juego. La protagonista empieza siendo un peón, atraviesa el tablero hasta alcanzar el extremo opuesto, y termina convirtiéndose en reina.
Además, hay numerosos ejemplos de inversión en el mundo del otro lado del espejo. El tiempo se revierte, el orden natural de los procesos cambia de curso y el escritor trastoca las leyes de la física de este universo invertido por el espejo. Alicia debe aprender las normas de este mundo alternativo para poder avanzar en lugar de retroceder o quedarse atrapada para siempre en él.

La lógica del lenguaje carrolliano
Hay mil versiones diferentes de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo pululando por el mundo. El motivo es muy simple. Son obras con una carga lingüística tan grande, con tantos dobles sentidos y juegos de palabras, que cada versión traducida parece una historia completamente nueva. Lo es, en cierto sentido, ya que traducir las Alicias es un proceso profundamente creativo.
Además de universos maravillosos, Carroll también creó un nuevo género literario: el nonsense. Este “sin sentido” literario se recrea en distorsionar las barreras de la lógica, encontrar fisuras a las normas, poner en el centro lo absurdo y deformar las palabras como si fueran de plastilina. Tiene sentido que el nonsense de Carroll florezca frente a los ojos de una niña que ha interiorizado las reglas del mundo sin entenderlas del todo.
El autor, por su parte, aplica a su escritura un enfoque matemático. Esto quiere decir que revierte y rompe normas del lenguaje y la lógica como si estuviese tanteando diferentes fórmulas matemáticas. Algunas de esas distorsiones terminan generando debates metafísicos. Mientras tanto, otras se quedan en el plano del entretenimiento y lo absurdo.
En más de una ocasión, Alicia olvida conocimientos lingüísticos básicos y se confunde al hablar. También mezcla las palabras de algunas canciones populares y las parodia de forma inconsciente, aunque siguen teniendo coherencia interna. Estas sensaciones de desconcierto y desconfianza hacia los conocimientos propios se acentúan con la presencia de los demás personajes. Estos la confunden aún más y la obligan a replantearse todo lo que creía saber.

El «Jabberwocky» de Carroll
Algunos de los juegos lingüísticos de Carroll incluyen homofonía, dobles sentidos y polisemia. Sin embargo, uno de los mayores rompecabezas que nos dejó en A través del espejo es su «Jabberwocky«. Este poema es un puzle construido con palabras inventadas que se puede resolver gracias a las pistas que aportan los personajes. A través de las definiciones que se extraen de esas conversaciones, así como de las notas del autor, es posible darle sentido a una historia épica que es el culmen del nonsense.
Como está escrito en un idioma que no existe, pero sí respeta los sonidos y muchos elementos del inglés, cada traducción de este poema es un mundo aparte. Así, el «Jabberwocky» en español se ha llamado «Galimatazo«, «Jerigóndor», «Dragobán», «Fablistanón», «Jitanjáforo», y un largo etcétera. Cada versión juega con la lengua y la moldea de forma diferente. Por ello es muy interesante compararlas. Además, este poema es un claro ejemplo de que incluso las creaciones más surrealistas de Carroll tienen un esqueleto elaborado que merece la pena analizar.
Los juegos lógicos, las sátiras y las distorsiones del lenguaje en las Alicias se burlan de la normalidad, las expectativas y la excesiva racionalidad de las personas adultas. Las fantasías de Lewis Carroll nos invitan a atravesar un umbral de incertidumbre para descubrir de la mano de Alicia que no entendemos el mundo tan bien como creíamos. Los argumentos se pueden refutar, la lógica es reversible y las palabras no son más que piezas de un juego cambiante. Descender por la madriguera del conejo significa observar la realidad a través de una lente onírica que desfigura todo discurso racional. Y esa es precisamente la magia de los sueños de Alicia.