Ted Lasso fue una de las series del pasado año 2020. Por su frescura, por la originalidad de su trama y por el perfecto equilibrio entre sus elementos. No en vano, con esta primera entrega cosechó hasta 20 nominaciones a los Primetime Emmy Awards, de las cuales ganó 7, entre ellas en las categorías de Mejor serie de comedia y Mejor actor protagonista en una serie de comedia, que recayó en Jason Sudeikis. Estos premios no hicieron otra cosa que confirmar un fenómeno que podría estar a punto de alcanzar su ocaso con una tercera temporada que, al parecer, será la última. En Apple TV, supone un punto y final que llega cuando la acogida por público y crítica sigue siendo totalmente positiva.
Así es Ted Lasso
Ted Lasso es una comedia tan absurda como la vida. Y tan divertida como bonita. La historia comienza con la llegada de un peculiar entrenador de fútbol americano, y su aún más peculiar ayudante, a Inglaterra. Cruza el charco para entrenar a un equipo de fútbol, del normal, que no está pasando por una buena racha: el Richmond F.C. ¿Cómo va a enfrentarse a ese reto? Ni él mismo lo sabe, bastante tiene con averiguar qué es un fuera de juego, pero ahí está, en el país del té de las cinco de la tarde.
Así comienza un relato de relatos, en el que el fútbol es una simple excusa para hablar de la vida y de todo lo que la acompaña. El amor, la muerte, el miedo, los traumas, la amistad, la ambición, nuestras metas y otros tantos temas que son comunes a todos los seres humanos y que se entrelazan constantemente de manera natural. Casi siempre desde el prisma de una comedia amable que aparece, de nuevo, de manera muy natural y orgánica. Como lo hace, también de nuevo, en la vida real.
Quizá esa sensación de realidad y de cercanía sea la verdadera clave de Ted Lasso. Es divertida, eminentemente porque nos vemos en ella, no porque tire de la risa fácil o, peor, de la risa forzada. Es bonita, eminentemente porque es humana y no fuerza la lágrima mediante una emocionalidad irreal, sino que la busca con historias que están a nuestro alrededor. Es amable y accesible, eminentemente porque huye de la polémica y apuesta por la inclusión y el respeto, mostrando lo mejor de nosotros y animándonos a que lo saquemos a la luz. Es una buena serie por todas estas razones y porque ese contenido se transmite a través de un buen guion, de un reparto brillante y fresco y de un envoltorio, sobre todo en forma de localizaciones, inmejorable.
Cuándo hay que verla

Cualquier momento es bueno para ver la serie de Apple TV. Capítulos cortos, buen ritmo y tono ligero: la combinación perfecta. O, como dirían los reggaetoneros, la combi completa. Pero sí es cierto que esta es una recomendación especialmente idónea para aquellos que se sientan algo decaídos o abatidos, que no tengan ganas de nada o directamente que no sepan qué ver.
De Ted Lasso se pueden sacar muchas cosas positivas: enseñanzas, formas de ver la vida y de enfrentarse a los problemas, alguna que otra risa y alguna que otra lágrima… Pero, sobre todo, hay algo que se contagia desde el primer episodio: ganas, entusiasmo, fe, esperanza y pasión por lo que hacemos. No importa cómo empieces un capítulo, siempre lo terminarás con una sonrisa en el rostro y con la sensación de haberte tomado una bebida energética. Dispuesto a comerte el mundo. Eso sí, como estas bebidas, es altamente adictiva. No podrás dejar de verla, pero no querrás terminarla. Mejor dicho, desearás ser como un pez dorado, para empezarla una y otra vez.