Música que nace en el cine, acaso se puede pedir más. Si bien Sweet Child O’Mine es sobradamente conocida y valiosa como para aconsejar su escucha consciente sin necesidad de versiones, en esta recomendación musical hemos ido un paso más allá. Queremos recomendar una versión muy concreta: la que nos regaló Viggo Mortensen y su familia fantástica.
Sweet Child O’Mine, el éxito eterno de Guns N’ Roses
Primero hay que afirmar que Sweet Child O’Mine no es una canción cualquiera. Guns N’ Roses la incluyó en su primer disco, Appetite for Destruction (1987), y decidió lanzarla como tercer sencillo de un álbum que terminaría por llevar su nombre a prácticamente todos los rincones del mundo. Este disco incluye éxitos de la banda, pero ninguno como Sweet Child O’Mine.
Su fuerza ha vencido el paso del tiempo. Como prueba de este éxito, y por poner un ejemplo de tantos, hace ya unos años se convirtió en la primera canción de los ochenta en alcanzar los mil millones de visitas en YouTube. Pasan las décadas pero esta canción no pierde valor. La escribió el vocalista Axl Rose, a modo de poema en una servilleta cualquiera, y la anécdota siempre ha apuntado que el famoso riff de guitarra de Slash fue una broma privada que terminó prosperando.
La letra de Sweet Child O’Mine, ese precioso poema que Axl Rose dedicó a su pareja (con la que, en realidad, vivió episodios constantes de violencia), habla de un amor que traslada a los mejores recuerdos de la infancia, cuando todo era sencillo, puro. Por eso tiene tanto sentido que fuera la canción elegida para cerrar el clímax de Capitán Fantástico (2016).
La versión de Sweet Child O’Mine de Capitán Fantástico
Matt Ross escribió y dirigió la película protagonizada por Viggo Mortensen que, igual que sucede con Sweet Child O’Mine, está considerada una de las mejores obras de su tiempo. Narra la vida de Ben (Mortensen) y su familia, que han vivido durante una década en los bosques situados al noroeste de Estados Unidos. Ben y su mujer deciden educar a sus seis hijos al margen de la sociedad moderna, apostando por generar en ellos un pensamiento crítico y enseñándoles a convivir con la naturaleza, con la Tierra. Cuando una trágica noticia sacude a la familia, se ven obligados a abandonar su aislamiento y adentrarse en ese mundo desconocido para los seis jóvenes.
La versión de Sweet Child O’Mine incluida en Capitán Fantástico no llega hasta el final de la cinta. Es una versión acústica que huye del rock para ofrecer un estilo más cercano al folk, con diversas voces entrelazándose entre sí y creando una dulce composición de lo más agradable. Puede escucharse sin haber disfrutado de la película y gustará de igual manera, pero es el espectador entregado el que atrapará todo el significado que encierra que esta canción, con esta letra, suene en el momento que suena. En cualquier caso, esta versión de Sweet Child O’Mine de Viggo Mortensen y esa familia está recomendada para todos los oídos, así como Capitán Fantástico está recomendada para todos los públicos.