Todo sobre mi madre (1999) es muchas películas en una. No, no, en realidad es una sola película. Puede sentirse como una amplia variedad de estas porque son tantos los temas contenidos en apenas hora y media que cuando el espectador se quiere dar cuenta ha saltado de uno a otro solo para regresar al anterior. Pero la película que consagró internacionalmente a Pedro Almodóvar es un melodrama sobre el corazón (donado al principio de la película), y el corazón puede abarcar muchas cosas. Todo sobre mi madre es, por tanto, ideal para conocer los porqués del genio manchego, que ha seguido construyendo, durante los siguientes veinte años, historias en base a elementos ya vistos aquí. Es una recomendación porque es ideal para un primer, certero y apasionante acercamiento al cineasta.
Así es Todo sobre mi madre

Manuela (Cecilia Roth) es una madre soltera que vive en Madrid junto a su hijo Ernesto (Eloy Azorín), a quien está muy unida. Solo le separa de él las incógnitas que plantea la figura de su padre, a quien Ernesto nunca ha conocido. La noche en la que el joven cumple 17 años, madre e hijo acuden al teatro a ver la representación de Un tranvía llamado deseo protagonizada por Huma Rojo (Marisa Paredes), la actriz favorita de Ernesto. Al terminar la función, Manuela le promete a Ernesto que al llegar a casa le contará todo sobre su padre.
Pero Ernesto nunca llega a casa: muere atropellado al perseguir el coche en el que viaja Huma Rojo, tratando de conseguir un autógrafo de esta. Una destrozada Manuela decide viajar a Barcelona, de donde escapó casi 20 años antes, para contarle al padre de Ernesto que su hijo ha fallecido.
Bajo esta premisa, Almodóvar construye una historia sobre el amor de una madre por su hijo o por su hija, sobre las madres en general, sobre los hijos en general, sobre las relaciones entre unos y otros. Es también una historia de compasión, comprensión y perdón, de solidaridad entre mujeres. Entre un sentimiento y otro, con una estética cuidadísima y la acertada música de Alberto Iglesias, numerosos temas. Almodóvar saca todo su talento, con esa particular visión del cine que tiene, para construir un melodrama soberbio.
El cineasta escapa de su Madrid habitual para retratar una Barcelona marginal, de prostitución y drogas. El mensaje en el primer caso es de solidaridad y en el segundo puede resumirse con una línea de guion: «no te compensa». Hay espacio, en Todo sobre mi madre, para reflexionar sobre el virus de VIH, que no se plantea nunca como un estigma sino como una enfermedad que aceptar y atajar. Hay espacio para la comunidad LGTB, encarnada en personajes diferentes entre sí que tienen vida más allá de su sexualidad y su identidad, aunque sin que estas nunca dejen de ser importantes. También el éxito, la fama y esa figura de diva perseguida por Ernesto tienen su espacio aquí. Así que están todos los porqués de Almodóvar en una película: las mujeres, las madres, la comunidad LGTB+, el arte, el éxito.
La dedicatoria de Almodóvar

A modo de conclusión, homenaje y declaración de intenciones, por si lo anterior no hubiera quedado suficientemente ilustrado a lo largo del film, Almodóvar cierra la película con la siguiente dedicatoria: “A Bette Davis, Gena Rowlands, Romy Schneider… A todas las actrices que han hecho de actrices, a todas las mujeres que actúan, a los hombres que actúan y se convierten en mujeres, a todas las personas que quieren ser madres. A mi madre”. Da la sensación, de hecho, de que todas estas son las personas para las que Almodóvar hace cine.
Premios y reconocimiento para Todo sobre mi madre
Todo sobre mi madre se hartó de recibir premios en ese último año del siglo XX. A su éxito en los nacionales Premios Goya, donde se llevó 7 cabezones que incluyeron mejor película, mejor director y mejor actriz para Cecilia Roth, hay que sumarle el reconocimiento internacional. En el Festival de Cannes, reconocieron la labor de Almodóvar señalándole como mejor director del certamen. También los premios BAFTA lo reconocieron como tal, y añadieron además el galardón a mejor película de habla no inglesa. Por último, tanto los Globos de Oro como los Oscar decretaron que Todo sobre mi madre había sido la mejor película extranjera del año. Este conjunto de porqués de Almodóvar fue un rotundo éxito.