El telón de acero estaba fundiéndose como se funde la nieve en primavera. La heroica quedaba machacada por la Glasnost de Gorbachov, que desde 1985 liberalizó en un buen tanto el represivo sistema soviético. En este ambiente de cambio surgió Idí i Smotrí, Ven y mira, un drama que va del expresionismo feérico al más puro terror bélico basado en hechos reales.
Historia y sinopsis de Ven y mira
Dirigido por Elem Klímov, un polivalente director soviético nacido en Stalingrado, Ven y mira sitúa la acción en Bielorrusia. El cuándo es 1943, durante la dominación nazi del territorio. Flyora (Alekséi Krávchenko) es el protagonista, un adolescente que quiere unirse a las milicias partisanas que combaten a los nacionalsocialistas. Sin embargo, en este relato de la Gran Guerra Patriótica no hay lugar para la épica habitual en las historias de la Segunda Guerra Mundial.
Flyora no obtiene la experiencia heroica que esperaba. Conoce a la joven enfermera Glasha (Olga Mirónova), contempla masacres y madura a marchas forzadas. Un viaje repleto de trauma y horror, narrado en base a planos cerrados, subjetivos en muchas ocasiones. El ambiente es tan deprimente como se espera de un film soviético o sobre masacres nazis.
La narrativa tira de cuestiones feéricas, en entornos boscosos y pantanosos, pero sobre todo de recursos expresionistas. El primerísimo plano de la cara de Flyora aterrorizado es el mejor ejemplo de esto, así como el más famoso de Ven y mira. Todo esto le ha valido ser considerada en repetidas ocasiones una de las películas más importantes del género bélico. Cabe reseñar, además, que la versión que se puede ver actualmente es una restauración de 2017.
Cuándo hay que ver Ven y mira
El film cifra en 628 las aldeas masacradas quemando vivos a sus habitantes tras encerrarlos en un edificio. Pero las realidades concretas son en realidad una excusa para transmitir el sinsentido, el horror de la guerra. Por ello, por su expresionismo, por la irrealidad que exhala de continuo, Ven y mira es una opción perfecta para experimentar terror bélico.
Es sencillo sufrir junto a Flyora mientras evoluciona de niño a hombre. Como él lo han hecho millones de menores víctimas de conflictos. Así, la película adquiere un rango universal. Gracias a ello, Idí i Smotrí es una opción ideal para ver cuando se quiere reflexionar sobre la deshumanización de la guerra. Combina a la perfección, por ejemplo, con Si esto es un hombre de Primo Levi.
A este respecto, son tremendas las escenas previas al culmen, la suerte de troupe alemana repleta de ladridos o alcohol. También resulta acertada la representación de la normalidad con la que los soldados asumen sus ejercicios de muerte. Cómo el pueblo accede dócilmente a su destino. El despertar de los asesinos cuando bajan del pedestal. La falta de sentido es total, el terror de Ven y mira viene precisamente de ahí.